Grupos de inmigrantes hondureños llegan a la frontera entre México y Guatemala en Tapachula (México). EFE/Juan Manuel Blanco/Archivo
Para nadie es un secreto que la desesperación de muchos venezolanos ha llegado al extremo de hacer que se aventuren a la peligrosa y temeraria cruzada de venirse a los EE. UU. ilegalmente por la frontera sur con México. Y es que el incremento de venezolanos cruzando la frontera ilegalmente ha sido abismal en el último año. Las estadísticas de la patrulla fronteriza de los EE. UU. (CBP), reflejan que solo en el año fiscal 2021 que terminó en septiembre, más de 48 mil venezolanos fueron aprehendidos luego de cruzar ilegalmente a los EEUU. Son números realmente históricos con respecto a los apenas 2,787 aprehendidos en el año fiscal inmediatamente anterior.
Venezuela se ha convertido en el cuarto país con mayor cantidad de migrantes detenidos por CBP en la frontera detrás de México, Honduras y Guatemala, según revelan las estadísticas. La gran mayoría de los venezolanos que cruza la frontera ilegalmente hacia los EE. UU. viene con el objetivo de pedir protección a través de una aplicación de asilo. Los centros de detención de CBP/ICE en los EE. UU. han estado colapsados en su mayoría, lo cual ha causado que los funcionarios no sigan los protocolos legales adecuadamente, tales como realizarles una entrevista de miedo creíble a todo aquel que llega manifestando miedo de regresar a su país de origen.
En muchos casos, simplemente los liberan bajo alguna de las figuras legales como un “parole”, “bajo palabra en su propio nombre” o “fianza inmigratoria”. En cualquiera de dichas figuras, la continuidad del proceso de deportación es la misma, ya que deberán comparecer frente a un juez de inmigración para rendir cuentas sobre su entrada ilegal y alegato de asilo. De ganar el caso, recibirán protección de asilo y 1 año más tarde generalmente podrían aplicar a la residencia permanente. Por el contrario, si pierden el caso, el juez procederá a firmar una orden de deportación en su contra.
Debido al incremento del deterioro de la situación política en Venezuela, y sin reconocimiento de parte de muchos países del mundo incluyendo los EE. UU., cada vez son más los venezolanos de cualquier estrato sociocultural que piensan en venirse, aunque sea ilegalmente a los EE. UU. Sabemos que el régimen venezolano ha acrecentado su arremetida en contra de cualquier ciudadano que piense diferente o que quiera manifestar su disconformidad con la mediocre gestión del gobierno. El régimen hoy día persigue, ataca y encarcela a muchos venezolanos más abierta y descaradamente que en el pasado.
Por todas estas razones, cada vez son más los venezolanos que por no tener una visa para venir a pedir el asilo luego de haber ingresado legalmente al país, deciden venirse cruzando la frontera desde México. Por su parte, México también ha experimentado un incremento significativo de todos estos ciudadanos venezolanos que llegan a su país en condición de “turistas” bajo el acuerdo de exoneración de visa, pero con un propósito diferente al de hacer turismo.
El objetivo es el de llegar a la frontera de los EE. UU. y cruzarla. El gobierno mexicano alega que los venezolanos ya ocupan un tercio del flujo total de ingresos al país en el periodo de enero a septiembre de 2021 según sus estadísticas oficiales. Por ello, han decidido implementar el requerimiento de visado para entrar como turista a todos los ciudadanos venezolanos a partir del viernes 21 de enero de 2022, salvo ciertas excepciones.
Dentro de las excepciones tenemos a quienes posean una visa vigente de turista o residencia permanente de los EE. UU., Canadá, Reino Unido, Japón, Chile, Colombia, Perú o zona Schengen (Europa), NO necesitaran una visa para entrar a México como visitante de turismo o negocio por hasta 180 días.
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