
Foto: Pixabay
Quería hablarles de algo que sucede con bastante frecuencia. Recibo llamadas de personas que dicen estar listas para comprar una casa. Después de felicitarlo, les pregunto que si han consultado con un banco o un prestamista para ver si califican para un préstamo y muchas veces la respuesta es no.
Este es el primer paso antes de visitar casas. Es importante saber si se califica o no para el préstamo, por cuanto sería y qué tipo de programa sería el mejor. Es un proceso muy simple.
Obtener una calificación previa (pre-calificación) o una aprobación previa (pre-aprobación) para un préstamo hipotecario te brinda información más concreta sobre lo que puedes y no puedes pagar. Esto es lo que significan estos términos:
Pre-calificación
Obtener pre-calificación para un préstamo es muy fácil. Es una evaluación inicial para asegurarse de que tu crédito sea bueno para proceder con una compra. Le proporcionas al prestamista tus ingresos aproximados, la cantidad de deuda que tienes y cualquier otro detalle importante de tu historial crediticio.
El prestamista usa estas cifras para calcular la cantidad de dinero que podría ser elegible para pedir prestado. El prestamista puede proporcionarte una carta de precalificación, que contiene más detalles sobre la probabilidad de obtener un préstamo.
Sin embargo, toda la información que proporciones durante la pre-calificación está sujeta a verificación por parte del prestamista cuando envíes tu solicitud de préstamo real. No hay garantía de un préstamo hipotecario, ya que tu situación financiera no ha sido verificada.
Pre-aprobación o aprobación previa
La aprobación previa significa que tu situación financiera ha sido verificada por el prestamista. Es más complicado que la pre-calificación, pero aún así es relativamente simple.
Deberás completar una solicitud de préstamo hipotecario y proporcionar la documentación de respaldo necesaria. El prestamista examinará tu situación financiera (tu informe de crédito, tu historial de empleo, tus ingresos) y decidirá qué tasa de interés ofrecerte y la cantidad máxima que se te permitiría pedir prestado.
Aunque la aprobación previa te brinda más certeza que la calificación previa, tampoco garantiza un préstamo hipotecario. La aprobación final implica otras condiciones, como una evaluación de la propiedad que deseas comprar (avalúo) o una que te gustaría renovar.
Antes de hacer planes para comprar una propiedad, asegúrate de saber cuánto puedes pedir prestado. Habla con tu prestamista y obtén un análisis profesional de tu situación financiera.
Fuente: Helga Lozano