
Mi querida Madre: He estado siempre pensando en escribirte, pero perdóname porque por una razón u otra fui dejando esta obligación de lado. Perdóname, pero quiero que sepas que, a pesar de la distancia, siempre te llevo en mi corazón y en las mañanas, cuando amanezco, me detengo a meditar sobre qué pensarías tú de los acontecimientos que están ocurriendo en este mundo, en este Siglo XXI.
Muertes de mujeres, hombres y niños, cientos de miles de seres humanos que, huyendo de la miseria y la pobreza, mueren ahogados en las aguas del Mediterráneo, especialmente cientos de niños, inocentes que no saben por qué sus progenitores están huyendo de sus países.
Estos disturbios mundiales, madre, no nos dejan vivir en paz. ¿Paz? ¿Qué es eso? Ya la hemos olvidado. Sé que en tu juventud, ese mundo de tu juventud, el que viviste, no era muy diferente pero pienso que por lo menos sería más humano, más comprensivo que el de hoy en día.Despertamos con las noticias más terribles, robos y asesinatos por aquí y por allá. Europa está hundida en los problemas comerciales y financieros a pesar de que los políticos digan lo contrario. Madre, hoy en día tres famosas mujeres son presidentes de repúblicas en Latinoamérica: Argentina, tu patria de nacimiento, Chile y Brasil.
¡Qué diferencia madre cuando tú estabas en Mendoza! Hoy la mujer tiene muchas más posibilidades, ha ganado en la lucha por la igualdad de género, aunque no mucho, pero “algo es algo” como decía mi abuela Celina. Sin embargo en los países del cercano oriente la mujer sigue siendo violada, vapuleada, muerta a pedradas e injustamente acusadas de esto y lo otro, es decir, por el hecho de haber nacido mujer. Nada que decirte de los terrible momentos que vive la mujer en África, donde las niñas son robadas de sus hogares, secuestradas y violadas por los grupos terroristas. La pobreza sigue siendo causa de la muerte de muchos miles de niños, tampoco en los países más desarrollados no hemos podido contener el abuso de los políticos corruptos que pululan en todos los rincones del planeta.
En cierta forma, madre querida, el pobre sigue siendo pobre o aún más difícil , el rico cada día más rico. En este asunto no hay igualdad. Por otro lado, mucha ciencia y adelantos con muchas esperanzas de curar el cáncer, algunos tipos de cáncer y de esto ya hay pruebas de que se ha detenido en el cuerpo de los pacientes esta mortal enfermedad; hemos buscado medicinas para el Alzheimer y el Parkinson, también se han logrado triunfos sobre algunas epidemias controladas como el Sida y la tuberculosis, pero el ébola y otras maledicencias de la humanidad siguen afectando nuestra sociedad.
Madre: el mundo está más alerta, porque ahora tenemos la televisión y los servicios sociales del internet que no estaban durante tu juventud. Con esto de la comunicación social, mi adorada madre, se ha promovido mucho la democracia en otras partes del mundo aunque con resultados muy negativos como las famosas “primaveras árabes”
Mi abuelita me contaba que a ti te gustaba leer el libro de “Las Mil y Una Noches”, hoy eso es una verdadera pesadilla en Irak, en Siria y en otros países vecinos. Hay lucha racial y algunos piensan que no terminará nunca.Bien madre, me hubiera gustado conocerte más, saber de ti y de tu belleza que solo la veo en las fotos de aquellas épocas que hoy rodean mi casa. La tuberculosis fue implacable contigo, pero como dijo mi abuelita Celina, tú fuiste valiente al llevarme en tus entrañas y a pesar de la grave enfermedad, me diste la vida que tú perdiste y yo pude nacer sano y con muchas ganas de vivir. Tú sí que fuiste valiente, Madre Coraje… ¡Cómo me hubiera gustado que vivieras hoy en este Siglo XXI a nuestro lado! Estés donde estés Madre, hoy te quiero más y más. ¡FELIZ DÍA DE LAS MADRES!
Marcello Marini ([email protected]) / Foto: Cortesía