El juez James Boasberg, en el Tribunal de Distrito de Columbia, dio un nuevo golpe a las políticas migratorias de Donald Trump.
Boasberg indicó que la Administración del mandatario debe considerar de forma individual si los inmigrantes que llegan a Estados Unidos en busca de asilo representan realmente un riesgo de fuga o un peligro para su comunidad, antes de que puedan ser detenidos si han demostrado un temor creíble de persecución.
El impartidor de la justicia emitió este lunes un mandamiento judicial preliminar que impide al Departamento de Seguridad Nacional detener de forma arbitraria e indefinidamente a los solicitantes de asilo.
La orden surge tras una demanda colectiva presentada por la Unión Americana de Libertades Civiles en nombre de solicitantes de asilo, a quienes se les denegó la libertad condicional a pesar d que funcionarios de Inmigración y Aduanas encontraron que tenían un reclamo creíble de persecución en sus países de origen, siendo este el primer paso para obtener el estado de asilo.
La ACLU argumentó que el DHS violó su propia directiva de libertad condicional, la ley de inmigración y la Constitución en un esfuerzo por disuadir a otros solicitantes de asilo de venir al país.
En la demanda, los defensores de derechos civiles argumentaron que las autoridades migratorias habían creado una política general de detención de solicitantes de asilo en las oficinas de ICE en Detroit; El Paso, Texas; Los Ángeles; Newark, Nueva Jersey y Filadelfia.
El grupo de derechos civiles elogió a la corte por su fallo el lunes.
“Esta decisión significa que la administración Trump no puede usar la detención indefinida como un arma para castigar y disuadir a los solicitantes de asilo”, dijo en un comunicado Michael Tan, abogado principal de ACLU.
El Departamento de Justicia puede impugnar la decisión.
Fuente: EV Houston Newspaper / La Opinión