El Gobierno venezolano nunca imaginó que uno de los mayores obstáculos a sus pretensiones de perpetuarse en el poder provendría dentro de sus propias filas.
La Fiscal General Luisa Ortega Díaz, de ideologías abiertamente chavistas y elegida para ese cargo por la pasada gestión oficialista de la Asamblea Nacional, está dando la batalla como Don Quijote contra los molinos de viento. Con el arma de la Constitución, ha llamado al pueblo venezolano a oponerse al proyecto de cambio constitucional que adelanta Nicolás Maduro, por su espíritu inconsulto y antirrepublicano.
De igual modo, ha perfilado sus demandas contra el propio Tribunal Supremo de Justicia, espacio jurídico que ha permitido al Gobierno actuar a espaldas de la actual Asamblea Nacional gobernada mayoritariamente por la oposición. Ha revelado, incluso, que la elección de 13 magistrados y 20 suplentes estuvo viciada, tras su apresurado nombramiento por el pasado Congreso oficialista.
Estas acciones han alentado al denominado "chavismo puro" y la oposición a sumar esfuerzos contra Nicolás Maduro. Incluso, ya resuena el descontento dentro del sector militar a través de la renuncia de un Mayor General del Ejército, quien fue jefe de la custodia militar del fallecido Hugo Chávez.
Soplan vientos de cambio en Venezuela luego de más de 70 días de protestas, decenas de muertes y cientos de heridos y detenidos. Es necesario seguir sumando voluntades por el bien, la paz y la estabilidad de Venezuela.
EV Houston
[email protected]