Mariana Copello es una artista venezolana que desde su niñez estuvo involucrada en el mundo del teatro, la poesía y la música, ésta última su principal fuente de inspiración.
Copello describe el juego entre la repetición y alteración de las formas de sus esculturas como la representación materializada del sonido. Con estilo minimalista de líneas sencillas y colores brillantes, la artista busca una estética visual limpia y armónica que sea digno del disfrute y admiración del espectador.
¿Siempre supiste que tu vida estaría relacionada con el arte?
Nunca me imaginé vivir del arte. Estudié Publicidad y Relaciones Públicas en la mi ciudad natal, Maracaibo, pero siempre busque orientar mi profesión en el mundo del arte. Comencé trabajando en el departamento de Relaciones Públicas de Museo de Arte Contemporáneo del Zulia (MACZUL). Posteriormente, por esa misma afinidad con el arte y también impulsada por mi pasión de enseñar, decidí fundar un taller de arte y creatividad para niños: “A Little Art”, el cual dirigí por varios años. Por motivos familiares emigré de Venezuela y comencé una nueva vida. He vivido en diferentes países por los últimos años. Cada continente ha dejado una huella en mí, en especial África, donde viví por 4 hermosos años. Durante esos años estuve realizando proyectos artísticos personales que me permitieron mantenerme activa y abierta a nuevas posibilidades.
¿Cuándo empezó tu pasión por la escultura?
Cuando me establecí en Houston en 2011 y comencé a tomar clases en el “Glassell School of Art” (Escuela de Arte del Museo de Bellas Artes de Houston), fue allí donde la escultura comenzó a formar parte de mi expresión artística y las formas tridimensionales toman ritmo y los materiales como aluminio y otros metales se incorporan a esta forma dinámica que se hace musical. Mis esculturas crecen en dimensión y atrapan los espacios exteriores, las paredes, creando un diálogo muy intenso y existencial en mi vida.
¿Qué opinas del movimiento artístico en Houston?
Houston tiene mucho potencial. El acoger a gente de diferentes partes de mundo la ha convertido en una de las pocas ciudades que ha apoyado el desarrollo del arte latinoamericano en el país.
¿Qué le aporta tu trabajo a la ciudad?
Al tener la música como principal fuente de inspiración busco que mis esculturas aumenten el bienestar y positivismo en el público. Cada una de mis piezas es una abstracción musical. Mi meta es que el espectador viva una experiencia ante mi obra, en donde se transforme en su viviente protagonista, hasta crear sus propias acústicas y sinfonías.
¿Algún consejo para otros artistas como tú?
Que se atrevan a dar el primer paso. El miedo muchas veces nos paraliza y nos aleja de cumplir nuestros sueños. Personalmente pasé por muchos momentos de duda, los cuales logré superar gracia al apoyo incondicional de mi familia, quienes me motivan a dar siempre lo mejor de mí y a estar más segura de lo que puedo lograr como artista y como mujer.
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Instagram: @mariana_copello
Texto y fotos: Annya Chávez / EV HOUSTON