
“No tomo estos comentarios como algo personal, ya que parece un hábito que tiene en su forma de hablar”, expresó Obama para sofocar el incidente diplomático que ha copado la atención de la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático, celebrada en Vientián, que culminó el jueves.
El pasado lunes, un día antes del inicio de las reuniones, el presidente filipino amenazó con llamar “hijo de p…” a Obama si este le recriminaba en la cumbre la sangrienta guerra contra las drogas iniciada por el país asiático que ha causado más de 2.500 muertes.
El exabrupto de Duterte llevó a que Washington anulara una reunión oficial que ambos mandatarios tenían prevista en Laos, por lo que el presidente filipino poco después pidió disculpas por medio de un comunicado.
Anoche, Obama y Duterte estrecharon manos e intercambiaron saludos brevemente antes de la cena de gala a la que acudieron el resto de dignatarios.
Estaba previsto que ambos presidentes se volvieran a ver la mañana del hoy durante la reunión ASEAN-EE.UU., pero Duterte aquejado, según fuentes oficiales, por unas migrañas se ausentó de la cita.
Obama, resaltó que el incidente mencionado con anterioridad no tendrá ningún impacto en las relaciones con Filipinas.
Iveth Villalobos / EV Houston / EFE / Foto: EFE