
Lorena Morales es un artista venezolana que con sus colores, geometría y juego entre luces y sombra refleja la alegría y nostalgia de ese proceso de crecimiento que implica la búsqueda de hogar en una tierra diferente a la que conoce desde que nació.
¿Cómo fueron tus inicios en el arte?
Definitivamente, mi mamá es artista y por muchos años tuvo una galería de arte en mi ciudad natal: Maracaibo, así que desde niña estuve inmersa en este mundo. Sin embargo, como el arte no era considerada una profesión en Venezuela y mi papá era dueño de una empresa de bienes raíces, decidí estudiar Administración. Me hice cargo del negocio familiar por muchos años hasta que, por razones laborales, a mi esposo lo transfirieron a Houston en 2003. Ante este cambio, decidí tomar cursos en la escuela de arte Glassell y a pesar de mis limitaciones con el idioma, logré sobresalir gracias a mi propuesta colorida e novedosa sobre plexiglás.
¿Qué le aporta su trabajo a la ciudad?
Mi obra es la abstracción de esa búsqueda del calor de hogar que nos diferencia sin importar el lugar en el que te encuentres. Mis piezas representan ese cambio, alegría y tristeza con la que interactuamos dentro de nuestros entornos urbanos.
¿Algún consejo para otros artistas como ustedes?
Perseverar. El camino no es fácil pero las experiencias son muy satisfactorias. Los artistas de corazón tienen como meta prevalecer en el tiempo, y esto requiere de mucha paciencia y perseverancia ya que los frutos se ven a largo plazo. Si por otro lado, el arte es un pasatiempo y lo que le satisface es vender, la gratificación viene de forma instantánea.
Más de Lorena Morales
Facebook: Lorena Morales
Instagram: @lorenamoralesart
Definitivamente, mi mamá es artista y por muchos años tuvo una galería de arte en mi ciudad natal: Maracaibo, así que desde niña estuve inmersa en este mundo. Sin embargo, como el arte no era considerada una profesión en Venezuela y mi papá era dueño de una empresa de bienes raíces, decidí estudiar Administración. Me hice cargo del negocio familiar por muchos años hasta que, por razones laborales, a mi esposo lo transfirieron a Houston en 2003. Ante este cambio, decidí tomar cursos en la escuela de arte Glassell y a pesar de mis limitaciones con el idioma, logré sobresalir gracias a mi propuesta colorida e novedosa sobre plexiglás.
¿Qué le aporta su trabajo a la ciudad?
Mi obra es la abstracción de esa búsqueda del calor de hogar que nos diferencia sin importar el lugar en el que te encuentres. Mis piezas representan ese cambio, alegría y tristeza con la que interactuamos dentro de nuestros entornos urbanos.
¿Algún consejo para otros artistas como ustedes?
Perseverar. El camino no es fácil pero las experiencias son muy satisfactorias. Los artistas de corazón tienen como meta prevalecer en el tiempo, y esto requiere de mucha paciencia y perseverancia ya que los frutos se ven a largo plazo. Si por otro lado, el arte es un pasatiempo y lo que le satisface es vender, la gratificación viene de forma instantánea.
Más de Lorena Morales
Facebook: Lorena Morales
Instagram: @lorenamoralesart
Texto y fotos: Annya Chávez / EV HOUSTON