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400 millones de aves migratorias llegan a Texas durante los meses de abril y mayo.
Estas aves navegan el estado en busca de condiciones ideales de refugio, como fuentes de agua, sombra y alimento, antes de continuar su ruta hacia el norte del país y Canadá.
Sin embargo, al llegar a ciudades como Houston, las aves se enfrentan a la contaminación lumínica de las luces y rascacielos. Esta situación provoca que las aves terminen desorientadas dificultando su descanso o chocando, lo que puede resultar en lesiones graves o en la muerte.
Adelayda Rivas, voluntaria de Houston Audubon, destaca la importancia de que las aves puedan descansar apropiadamente durante su viaje migratorio, señalando que la iluminación excesiva puede afectar negativamente su capacidad para continuar su ruta.
Ante esta situación, Rivas insta a todos nosotros a tomar medidas sencillas pero efectivas, tales como apagar las luces que no estemos utilizando para que estos animales puedan completar su viaje con seguridad.