La vicepresidenta estadounidense Kamala Harris (izq.) y el presidente estadounidense Joe Biden escuchan durante una ceremonia en el tributo de despedida de las Fuerzas Armadas en honor del vigésimo Presidente del Estado Mayor Conjunto, el general Mark A. Milley. EFE/EPA/Nathan Howard/Pool
(EFE).- El plan del liderazgo republicano en la Cámara Baja de EE.UU. para evitar un cierre de Gobierno fracasó este viernes al no obtener los votos necesarios para su aprobación como proyecto de ley, lo que pone al país al borde de una situación que podría tener desastrosas consecuencias económicas.
La iniciativa no fue aprobada por la oposición del ala dura del Partido Republicano, afín al expresidente Donald Trump (2017-2021), y que ya había expresado su oposición a cualquier medida temporal para financiar a la Administración pública más allá de las 00.00 horas del domingo 1 de octubre, cuando se agotan los fondos disponibles.
El resultado de la votación fue de 198 votos a favor y 232 en contra, con la negativa a la aprobación tanto por parte de los republicanos leales a Trump como de los legisladores demócratas.
Los demócratas se oponían al proyecto porque incluye recortes a la financiación de las agencias federales, aunque al mismo tiempo incrementa los fondos para la seguridad en la frontera con México y limita el uso de la app “CBP One”, creada por el presidente estadounidense, Joe Biden, para agilizar los casos de asilo.
De hecho, Biden había amenazado con vetar esta iniciativa debido a la inclusión de fondos destinados a obstaculizar sus políticas.
La medida había sido impulsada por el presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Kevin McCarthy, con el propósito de evitar un cierre del Gobierno y, al mismo tiempo, complacer a los sectores más radicales del partido al incluir disposiciones relacionadas con la seguridad fronteriza.
Sin embargo, esas medidas no fueron suficientes para el ala afín a Trump, agrupada bajo el llamado “Freedom Caucus” (El Caucus de la Libertad).
El objetivo de esa facción republicana es deshacer un acuerdo al que llegaron en junio McCarthy y Biden, por el cual el Congreso suspendió el límite de endeudamiento de Estados Unidos a cambio de que la Casa Blanca aceptara límites específicos en el gasto gubernamental.
A esos republicanos no les gustó ese pacto y quieren más recortes. En concreto, buscan establecer un límite de gasto público de 1,47 billones de dólares para el año fiscal 2024, lo que supone 120.000 millones de dólares más en recortes de lo acordado.
Quedan menos de 48 horas para que la Administración pública se quede sin fondos, lo que llevaría al cierre de la mayoría de las agencias gubernamentales, museos y parques nacionales, mientras que cientos de miles de empleados federales se quedarían temporalmente sin trabajo y sin sueldo.