El poeta ensayista y traductor venezolano, Adalber Salas, estará de visita en la ciudad de Houston para participar en el International Literature Festival 2018, que inicia el próximo 6 de noviembre, y en EVH quisimos conocerlo un poco más de cerca y compartirlo con nuestros lectores.
¿A qué edad comenzaste a escribir?
Comencé a los 14 años, me parece. Solía llevar conmigo un cuadernito de tapas verdes en el que solía escribir casi todas las noches unos textos que hoy en día hallaría difícil clasificar: a medio camino entre la parábola, el poema en prosa, el ensayo breve. Por supuesto, todo horriblemente escrito, melodramático, innecesariamente lacrimoso.
Poeta, ensayista y traductor, por tu preferencia a “escritor”; ¿Con cuál de estas actividades te sientes más cómodo?
Diría que con las tres. Se trata de tres prácticas que obedecen a un mismo impulso. Como poeta, mi trabajo está influido por mi labor ensayística, por un lado, y por todas las traducciones que he hecho, por el otro. Como ensayista, suelo reflexionar sobre poesía o traducción. Y finalmente, como traductor, evoluciono con cada nuevo texto poético o ensayístico.
Has escrito varios libros de poesía: Salvoconducto, Río en blanco, Mínimos, entre otros.¿Cuál te ha traído mayor satisfacción?
Diría que cada uno ha traído su propia corte de satisfacciones y sus propios retos. Empiezo cada nuevo proyecto de escritura tratando de marcar distancia con el anterior: escribo alejándome de la escritura. O haciendo que la escritura se vuelva contra sí misma.
¿Qué o quién te inspira?
No soy muy de inspiraciones, sino más bien de trabajo continuo. Entiendo mi trabajo de escritor como un irme volviendo un animal omnívoro: hallo cosas interesantes e útiles en casi cualquier campo del saber.
¿Hacia dónde va tu trabajo de escritura?
Actualmente, hacia el mar: trabajo en dos libros paralelos, uno sobre navegación marítima y otro sobre la noción de isla. También me encuentro elaborando poco a poco un volumen de ensayos sobre traducción.
Cito una frase tuya: “Un lector responsable debe tergiversar lo que lee”. ¿A qué te refieres?
A que un acto responsable de lectura consiste en una lucha con lo que está siendo leído, una pugna por interpretarlo conscientemente, por apropiarse en parte de lo leído.
Para escribir, ¿El día o la noche?
La noche. Tarde. Cuando nadie llama por teléfono.
Has comentado que siempre te gusta “lo que no está”. ¿Qué te atrae de lo difícil de conseguir?
Lo difícil de conseguir, lo que no está a la mano, es precisamente lo que nos permite tomar distancia ante lo familiar, lo que propicia el pensamiento crítico, lo que ilumina para nosotros posibilidades no vistas.
¿Cuánto peso tiene un premio de literatura para ti?
Los premios son acontecimientos raros; no obstante, conllevan una serie de ventajas. La mejor de ellas, la difusión de la propia obra.
¿Cómo compartes entre tu vida familiar y tu trabajo?
La verdad, con el tiempo han llegado a ser la misma. Trabajo y vida familiar se han superpuesto por completo. De algún modo, podría decirse que siempre estoy trabajando.
¿Prevalece la felicidad u otro sentimiento en tu vida?
Es difícil señalar un sentimiento como el prevalente. Diría, en cambio, que procuro no negarme a sentir.
Hace tiempo vives fuera de Venezuela. ¿Cómo ha sido tu experiencia como inmigrante?
Ha sido una experiencia, hasta ahora, rigurosamente dedicada al estudio y el trabajo. Sin embargo, es también una experiencia que tiene mucho de incertidumbre: como muchos de los venezolanos que migran hoy en día, planificar más allá del corto plazo no me es posible. No hay un punto de llegada claro.
¿Cómo te sientes con todo lo que sabes que está pasando en el país?
Se trata de una situación terrible: la sigo día a día. Difícilmente podría encontrarse a un venezolano que haya emigrado y no piense a diario en la situación del país. Mis preguntas suelen girar en torno a lo que vendrá, al después, a qué se precisará para reconstruir el país.
¿Qué piensas de la apatía del venezolano?
Creo que es un mito. Como también que el nuestro es un país de gente ineludiblemente trabajadora. O como que el venezolano es vivo o irremediablemente alegre. Creo que va siendo hora de aceptar que Venezuela es un país como cualquier otro, y que es injusto pensar que los venezolanos son por fuerza de una manera específica.
Cuéntanos sobre cuál será tu participación en el International Literature Festival 2018, de la Casa Cultural de las Américas en Houston.
Ha sido una alegría inmensa participar en el festival, junto a tantos poetas que admiro profundamente. Estaré leyendo en tres ocasiones: el martes 6 de noviembre en la Universidad de Houston, Student Center South; el miércoles 7 en la Houston Public Library, y el jueves 8 en el Mexican Cultural Institute de San Antonio. Se trata de un festival excepcional, maravillosamente organizado, que contará con una cantidad considerable de escritores excelentes.
Sandra Urdaneta / EVH