Con largas filas en las paradas del transporte público y aglomeraciones de personas en la entrada de algunas agencias bancarias, los venezolanos retornaron el jueves a sus actividades cotidianas tras varios días de paralización, tras registrarse el mayor apagón en la historia del país.
Las avenidas y calles de Caracas amanecieron con poca presencia de automóviles y transeúntes, mientras decenas de comercios comenzaban a abrir sus puertas. El metro de Caracas, el principal servicio público de la capital, también reanudó el servicio luego de quedar paralizado desde la tarde del 7 de marzo, cuando se inició la falla eléctrica nacional.
El gobierno chavista, liderado por Nicolás Maduro, anunció que retomarían las actividades públicas y privadas tras anunciar que se había recuperado el “100% del sistema de energía eléctrica” y el 80% del servicio de agua en Venezuela, según indicó el ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez.
Sin embargo, se decidió mantener suspendidas las actividades escolares en todo el país por quinta jornada consecutiva.
Las autoridades chavistas aseguran que se recuperaron la mayor parte de los servicios, en algunas zonas de la capital y del interior del país continúan reportándose fallas en los suministro de luz y agua.
Es importante destacar, que el Gobierno de Nicolás Maduro atribuyó el prologando apagón nacional a un “ciberataque” y responsabilizaron a Estados Unidos de esa acción que afectó el complejo hidroeléctrico del Guri, que suministra más del 80% de la electricidad que se consume en Venezuela.
Esta versión fue descartada por un informe de un académico de la Escuela de Ingeniería Eléctrica de la estatal Universidad Central de Venezuela, en el que sostuvo que el apagón nacional fue generado a raíz de un incendio en la subestación eléctrica Malena, en el estado suroriental de Bolívar, que provocó un excesivo aumento en la temperatura de tres líneas de transmisión y una “súbita pérdida de potencia en la planta de generación de Guri”.
“Los sistemas de control de la planta Guri actuaron y desconectaron los generadores gradualmente para controlar la frecuencia eléctrica”, señaló el estudio al asegurar que la parada de esa instalación provocó un efecto “dominó” en las plantas de Macagua y Caruachi, también ubicadas en el estado de Bolívar. Las autoridades no han ofrecido comentarios sobre el estudio.
Algunos dirigentes empresariales han advertido que el apagón generará pérdidas millonarias que afectarán el ya precario aparato productivo venezolano -en recesión desde hace cuatro años- y agravarán la escasez de alimentos, medicinas y otros bienes básicos y la hiperinflación que azota a Venezuela.
Con información de AP