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Desde finales del pasado mes de enero 2019, el consulado general de Venezuela en Houston anuncio el cierre de sus puertas y el cese de todas sus funciones consulares. Hay consecuencias que van mucho más allá de no tener un personal consular disponible para procesar aplicaciones de visas de ciudadanos americanos que deseaban ir a Venezuela por negocios o placer, sino también para muchísimos ciudadanos venezolanos residiendo en los EE.UU. y que dependían de esta sede diplomática para cualquier trámite.
Actualmente los venezolanos residiendo en los EE.UU., no cuentan con una sede consular a dónde acudir para reportar la defunción o el nacimiento de un venezolano en territorio estadounidense, o registrar un certificado de matrimonio o divorcio ocurrido en el extranjero. Ni tampoco obtener un certificado de fe de vida para cualquier trámite que lo requiera.
Sin embargo, una de las consecuencias más nefastas considero que es el relacionado al tema de los pasaportes. Ya que, sin un pasaporte vigente, no es posible abordar un avión con destino a ningún lugar el planeta, al menos desde los EE.UU. en vuelos comerciales. Con el retrasado de los procesos de renovación de pasaportes que en algunos casos pasaban de 18 meses esperando a que llegaran, muchos encontraron en el trámite de la “prorroga” de 2 años una solución temporal, mientras esperaban con ansias que la renovación de su pasaporte saliera.
Ahora que el consulado cerró sus puertas indefinidamente, nos vemos frente a una nueva realidad con consecuencias inmigratorias graves. En muchos casos, la entrada a los EE.UU. en un estatus de visitante de placer es otorgada por 6 meses completos inclusive más allá de la fecha de vencimiento de la visa o pasaporte. Sabemos que ninguna aerolínea nos permitiría chequearnos en un vuelo internacional con un pasaporte vencido.
Cuando se trataba de un venezolano que no residía en los EE.UU., y se le venciera su pasaporte durante su permanencia aquí, el consulado de Venezuela podía tramitarle una carta de transporte, o mejor conocida como “salvoconducto”. Este documento al menos le permitía a un venezolano abordar un avión con destino a Venezuela.
Con el consulado cerrado, estamos literalmente atrapados entre las reglas por las cuales las aerolíneas internacionales se rigen y las reglas inmigratorias de los EE.UU. Quienes estén en esta situación, y tengan los medios suficientes para prolongar su estadía, podrán solicitar una extensión de estadía con el USCIS a pesar de no contar con un pasaporte vigente. Pero para quienes ese no sea el caso, podrían estar enfrentando una situación muy difícil ya que estarían realmente atrapados en los EE.UU. y casi forzados a quedarse ilegalmente en el país debido a su inhabilidad de poder extender su estadía o irse.
Si usted es venezolano en los EEU.U. y se encuentra enfrentando una situación similar a la descrita en este artículo, consulte con un abogado de inmigración licenciado en los EE.UU. Solo los abogados de inmigración debidamente licenciados podrán asistirle apropiadamente. Si desea analizar o consultar su situación inmigratoria individual con el autor, debe llamar al 713-532-2110 y concertar una cita. www.abogadolatinohouston.com