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En el béisbol comúnmente reconocemos a los bateadores, lanzadores, jardineros y en muchas ocasiones desconocemos al rostro del juicio, del criterio, quién aplica las reglas, el llamado Umpire.
En esta oportunidad, les hablaremos sobre Luis González, quién a lo largo de 20 años como Umpire, ha dejado en evidencia que con trabajo duro, profesionalismo y amor a la carrera se concretan grandes hazañas.
Madurez, experiencia, respeto, amor a la profesión, son cosas que caracterizan al zuliano de 45 años, quién considera que esta profesión lo ha ayudado a formarse como hombre, persona y como un colaborador más para la comunidad.
González debutó en la LVBP el 23 de octubre de 2002 en el juego entre Pastora de Los Llanos y Águilas del Zulia en el estadio Luis Aparicio de Maracaibo, con un aforo de 20 mil aficionados.
“Haciendo debut en la liga profesional, Luis González de Maracaibo”, para él dichas palabras fueron gloriosas en su primer día en este maravilloso mundo del béisbol profesional.
Su historia se remonta a cuando tenía 15 años de edad. El joven Luis, que jugaba y ayudaba a entrenar a los más pequeños en la Pequeña Liga de San Felipe en San Francisco, estado Zulia, donde comenzó a jugar desde niño, escuchó un día las palabras “¿Luis quieres ser tú el arbitro?” y tras ese juego, comenzó ese amor por la profesión.
En sus inicios como árbitro amateur, originalmente tenía presente que las reglas del béisbol solo debían cumplirse y aplicarlas. Al tiempo, descubrió que aunque estuviese en lo correcto y aplicará bien las reglas, alguien estaría en desacuerdo, pero lo importante siempre era ser justo e ir con la verdad.
Inspirado por figuras como Jaime Boscán, Humberto ‘Pipita’ Leal, Evencio Chacón, Gustavo Camacho, Gerardo Chacón y Oscar Izaguirre, González pudo crecer en esta carrera y saltar al mundo profesional, llegando a participar en múltiples Series del Caribe cuando Manuel González, primer umpire criollo en las Mayores estaba en plan estelar.
Para él, lo más difícil fue la transición de amateur a profesional, puesto que en su tiempo de formación habían poco material y pocas herramientas. A diferencia de la actualidad, donde asegura que con un teléfono inteligente se puede adquirir valiosa información para su trabajo.
Y a pesar de estas transiciones, Luis ha sido un arbitro que se ha mantenido en el tiempo. Sigue adelante y no piensa en retirarse.
Hoy en día, es instructor y consejero del Venezuelan Umpire Camp, la mejor academia de árbitros de béisbol en el país.
Además de ser un miembro valioso dentro del campo de juego, también ha dado un paso al frente para ser miembro valioso de su comunidad.
Trabajó durante varios años con la Fundación Compañeros de Batalla, que brinda soporte a los niños con cáncer en el Hospital de Especialidades Pediátricas en Maracaibo. De igual manera en múltiples oportunidades ha llevado juguetes, alimentos y diversos aportes a muchas personas que lo necesitan.
Con información de Lvpb.com | Andrea González.