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La venezolana, Rayni Rebeca Fonseca, compartió el violento ataque que sufrió la noche del sábado 1 de marzo.
Según reseñó el medio Telemundo Houston, lo que comenzó como un simple malentendido en el tráfico se transformó en una agresión brutal que la llevó al hospital y le ha arrebatado su tranquilidad.
“Vivir esto fue un golpe fuerte. Yo tengo casi doce años viviendo en Estados Unidos y es primera vez que me pasó algo así, demasiado violento… Sentí que ella no quería pelear, quería acabar conmigo”, relató Fonseca a Telemundo Houston.
La víctima regresaba de celebrar el cumpleaños de una amiga cuando, a pocos minutos de llegar a su hogar, se convirtió en el blanco de la furia de otra conductora. Según Fonseca, al no cederle el paso de inmediato, la mujer comenzó a hostigarla.
Tras este primer altercado, Fonseca pensó que todo había terminado. Sin embargo, la conductora la siguió hasta su casa, que se encontraba a solo dos cuadras del lugar donde inició el conflicto. A pesar de haber alertado a sus vecinos, cuando creía haber perdido a su perseguidora, ocurrió lo inesperado.
“Me bajo de mi carro, cuando me bajo ella llegó para trancarme y empieza a insultarme otra vez. Entonces yo le digo: ‘necesitas irte porque estás en propiedad privada y voy a llamar a la policía’. Y entonces fue ahí cuando me dijo: ‘si llamas a la policía así te deportan’. Yo le pregunto: ‘¿en serio?’… Entonces ahí me dice que su esposo me va a matar, que su esposo se va a encargar de mí”, relató la víctima.
La sospechosa, identificada como Destiny Nichelle Solley, de 25 años, presuntamente no se conformó con intimidarla y amenazarla de muerte, sino que procedió a agredirla físicamente.
“Caigo al suelo… Me ahorcó, en un momento no podía respirar. Si no llega mi amigo… Da miedo”, recordó Fonseca.
Fueron dos vecinos quienes intervinieron para separar a la agresora de la víctima. Según Fonseca, incluso en el suelo, Destiny Nichelle Solley continuaba intentando patearla.
La mujer resultó arrestada, pero luego fue liberada tras pagar una fianza de 5 mil dólares por el cargo de agresión causando lesión corporal.