
EFE/Lenin Nolly/Archivo
La variante de COVID-19 NB.1.8.1 que está ganando terreno en todo el mundo, ha aterrizado en Estados Unidos.
En un reciente reporte emitido por NBC News, se develó que la Organización Mundial de la Salud anunció la semana pasada que estaba vigilando la variante, tras el aumento de casos en varias partes del mundo, como Europa, el sudeste asiático y América del Norte y del Sur.
Dicha variante se percibe como más transmisible que la cepa dominante en todo el mundo, LP.8.1, lo que significa que tiene potencial para aumentar los casos este verano. Sin embargo, no parece ser mejor que la LP.8.1 a la hora de evitar la protección de vacunas o infección previa.
Es importante señalar que las autoridades sanitarias federales y estatales vigilan periódicamente las cepas de Covid para identificar posibles cambios en el comportamiento del virus y ayudar a actualizar las vacunas. Las cepas que han predominado en EE.UU. desde finales de 2021 son versiones de la variante omicrónica y, por lo general, producen síntomas similares. NB.1.8.1 forma parte de ese linaje.
Y aunque las autoridades estén alerta ante ella, la OMS no ha encontrado pruebas de que provoque una enfermedad más grave, por lo cual se ha determinado que no supone un riesgo añadido para la salud.