
Fotografía de archivo en la que se registró a un grupo de voluntarios de la organización Mi Familia Vota, que defiende los intereses de los votantes latinos en el estado de Arizona (EE.UU.), durante una jornada de trabajo en la ciudad de Phoenix. EFE/Beatriz Limón
(EFE).- El Tribunal de Apelaciones del Noveno Circuito de Estados Unidos ratificó este martes una victoria previa para los votantes de Arizona, en especial para los latinos y nativos, al dictaminar que dos leyes que restringen sus derechos deben permanecer bloqueadas.
La medida exige a los votantes presentar pruebas documentales de ciudadanía y residencia para registrarse y poder votar.
Según el Campaign Legal Center (CLC), que presentó la demanda, los funcionarios electorales de Arizona ya cuentan con sistemas para verificar la idoneidad de los votantes y trabajan arduamente para garantizar la precisión de los registros electorales.
“Como resultado de estos esfuerzos, los votantes pueden confiar en que nuestras elecciones son seguras, confiables y precisas”, afirmó CLC.
“Nuestra democracia funciona mejor cuando todos los estadounidenses pueden participar sin barreras”, dijo en un comunicado Danielle Lang, directora sénior de derechos de voto del CLC.
Lang agregó que estas “medidas anti-votantes” habrían impuesto cargas severas, arbitrarias y discriminatorias a votantes latinos, nativos y estudiantiles en Arizona, socavando su libertad para votar y violando la Constitución y la ley federal.
Las elecciones libres y justas dependen de que todos los votantes idóneos puedan acceder a las urnas, subrayó el CLC.
El grupo presentó la demanda (consolidada como Mi Familia Vota contra Fontes) en representación de votantes nativos, latinos y estudiantiles que se verían negativamente afectados por la ley.
El CLC trabajó en la demanda con varias organizaciones latinas como LUCHA, LULAC y la Arizona Students’ Association (ASA), entre otras.