Foto: EFE/EPA/JIM LO SCALZO
El presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que tiene pruebas de que el coronavirus se originó en un laboratorio de Wuhan (China).
Esto contradice directamente a las declaraciones hechas por la Dirección de Inteligencia, que horas antes había rechazado un supuesto origen artificial.
Tras conocerse que funcionarios del Gobierno habrían presionado a los servicios de espionaje para que busquen pruebas de que el origen del SARS-CoV-2 está en un laboratorio en Wuhan, este jueves la oficina del director de la Inteligencia Nacional, Richard Grenell, descartó en un comunicado que la mano del hombre esté detrás.
“La comunidad de Inteligencia también coincide con el amplio consenso científico de que el virus del COVID-19 no es ni artificial ni genéticamente modificado”, indicó.
Horas después del pronunciamiento, poco habitual en la Dirección de Inteligencia, Trump aseguró desconocer su contenido y dijo tener pruebas de que el virus, en realidad, sí se originó en el laboratorio de Wuhan.
En concreto, un periodista le preguntó si tenía pruebas que le permitan afirmar con un alto grado de confianza que el nuevo coronavirus se originó en dicho laboratorio, a lo que Trump contestó: “Sí, sí las tengo y creo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) debería estar avergonzada”.
Con información de EFE…