El alcalde de Tijuana, Juan Manuel Gastelum, declaró una crisis humanitaria internacional ante la llegada de más de 5,000 migrantes.
Gastelum solicitó a grupos internacionales como las Naciones Unidas ayudar a la ciudad a lidiar con la afluencia de migrantes, debido a la respuesta tardía del gobierno federal mexicano, al cuál acusó de dejar de lado sus responsabilidades.
La afluencia de migrantes en esta zona aumentó durante este año con la organización de varias caravanas de migrantes, cuyo destino previsto ha sido Estados Unidos. Estos se instalaron en Tijuana desde la semana pasada, hecho que aumentó las tensiones con los residentes locales y forzando los servicios gubernamentales.