
Foto de archivo del SpaceX. EFE/EPA/CRISTOBAL HERRERA-ULASHKEVICH
(EFE).- SpaceX programó para el martes a partir de las 23:30 GMT el noveno lanzamiento de prueba de la nave Starship y el cohete Super Heavy, después de las fallas en su octavo y séptimo vuelo en enero y marzo que provocaron la destrucción del vehículo espacial.
El despegue del sistema se realizará desde Starbase, la base en Texas de SpaceX donde se encuentra la plataforma de lanzamiento y las instalaciones de producción de la compañía. La semana pasada, Starbase se convirtió oficialmente en una ciudad tras la campaña lanzada por el consejero delegado de SpaceX, Elon Musk.
El noveno lanzamiento supondrá la primera vez que SpaceX reutiliza un propulsor Super Heavy al emplear el que voló en la séptima misión del Starship.
SpaceX señaló en un comunicado que el vuelo también servirá para realizar una serie de experimentos con el Super Heavy “para generar datos que mejoren el rendimiento y la fiabilidad de futuros propulsores”.
Tras colocar la nave Starship en una trayectoria suborbital, el propulsor, que está dotado con 33 motores Raptor, rotará “en una dirección controlada” para regresar a la Tierra con un “ángulo de ataque más elevado” que requerirá menos combustible.
A diferencia de otros vuelos del Super Heavy, el propulsor intentará aterrizar en una plataforma situada en el Golfo de México en vez de regresar a la plataforma de lanzamiento de Starbase para su recuperación.
Por su parte, la nave Starship intentará desplegar por primera vez en órbita satélites (ocho simuladores de Starlink) entre otros experimentos.
SpaceX indicó que retiró varias losetas térmicas para “someter las zonas vulnerables de la nave a una prueba de esfuerzo durante la reentrada” y que se probarán varios tipos de losetas metálicas “incluida una con refrigeración activa, como alternativas de protección térmica”.
La investigación del fallo del octavo vuelo del Starship, el pasado 6 de marzo, determinó que varios de los 33 motores Raptor del propulsor Super Heavy se apagaron de forma no programada por un problema de hardware.
La compañía dijo que realizó varios cambios en el hardware del propulsor “para aumentar la fiabilidad”.