El Papa Francisco abolió el secreto pontificio en casos de violencia sexual y abuso de menores cometidos por clérigos.
Esto lo hizo oficial por medio de un documento que instituye que no puede imponerse ningún vínculo de silencio con respecto a los hechos encausados ni al denunciante ni a la persona que afirma haber sido perjudicada ni a los testigos.
La normativa que entrará en vigor de manera inmediata, también endurece ciertas normas sobre los casos de pederastia y califica como delito la adquisición, posesión o divulgación, con un fin libidinoso, de imágenes pornográficas de menores de 18 años por parte de un clérigo.
Según explicó el secretario del Pontificio Consejo para los Textos Legislativos, Juan Ignacio Arrieta, estas nuevas disposiciones no afectan al secreto de confesión, que permanece inquebrantable también para este tipo de delitos.
“La instrucción no colisiona con el deber absoluto de observar el sigilo sacramental, una obligación impuesta al sacerdote en razón del lugar que ocupa en la administración del sacramento de la confesión, y de la cual ni siquiera el penitente mismo podría librarse”, dijo Arrieta.
Los nuevos preceptos señalan además la obligación de colaborar con la justicia ordinaria cuando haya una solicitud formal, una reivindicación histórica de las víctimas de abusos sexuales por parte del clero, así como de algunas conferencias episcopales que el Papa Francisco ya mencionó previamente pero a la que ahora se une la eliminación del secreto pontificio para estos casos.
El secreto de oficio permanece como en cualquier otro orden jurídico, pero éste no podrá dificultar que se cumplan las obligaciones establecidas en cada lugar por la legislación estatal, incluidas las eventuales obligaciones de denuncia, así como dar curso a las resoluciones ejecutivas de las autoridades judiciales civiles.
Con información de El Mundo… / Andrea González.