EFE.- El primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, elevó este viernes de 30 a 43 la cifra provisional de muertos por el destructor impacto del huracán Dorian por el archipiélago el pasado fin de semana, informaron medios locales.
“La pérdida de vidas que estamos experimentando es catastrófica y devastadora”, afirmó Minnis en un comunicado, en el que reconoció que muchas personas siguen desaparecidas y que el número de fallecidos puede aumentar significativamente.
De las 43 muertes, 35 ocurrieron en las islas Ábaco y 8 en Gran Bahama, las más afectadas por el paso de Dorian por el archipiélago.
Menos de un 10 % de los huracanes desde que se registran se han mantenido activos durante tanto tiempo.
Aunque la costa sureste de EE.UU. fue la más azotada, especialmente los estados de Carolina del Norte y del Sur, los efectos más devastadores se produjeron en su inicio en las islas del norte de Bahamas, donde el saldo mortal asciende por el momento a 43 y aún siguen las labores de recuperación y búsqueda.
En las Carolinas, en las que se han registrado vientos de más de 95 millas (150 kilómetros) por hora, decenas de miles de personas siguen sin electricidad e importantes inundaciones pero el daño fue menor al anticipado. Una de las zonas más afectadas es la larga serie de islas barrera conocida como Outer Banks, en Carolina del Norte.
En una ellas, Ocracoke, se estima que casi un millar de personas permanece aisladas.
Esta temporada atlántica se prevén de 10 a 17 tormentas tropicales con nombre, es decir con vientos superiores a 39 millas por hora (63 km/h) o más, y de ellas cinco a nueve huracanes, con vientos de 74 millas por hora (119 km/h) o más, según la Administración Nacional de Océanos y Atmósfera de Estados Unidos (NOAA).
Se trata de una temporada con un 45 % de probabilidades de una actividad “por encima de lo normal”, que es de 12 tormentas con nombre, de las cuales seis se convierten en huracanes, incluidos tres importantes.
En lo que va de la actual temporada de huracanes, que comenzó en junio pasado, se han registrado también las tormentas tropicales, Chantal, Andrea, Erin, Fernand y Barry, que se convirtió en huracán en julio poco antes de tocar tierra en Luisiana, donde dejó cuantiosas pérdidas materiales, pero ninguna víctima mortal directa.