El ejército ruso confirmó haber destruido cerca de 60 vehículos aéreos no tripulados enviados por los insurgentes a Siria contra su base militar en Hmeimim durante el 2019.
Esta información la dio a conocer el General Igor Konachenkov, detallando que las fuerzas rusas interceptaron 58 vehículos aéreos no tripulados y 27 misiles desde dicha base en la zona de Latakia, corazón del régimen de Bashar al Asad en el noroeste del país.
Según explicó Konachenkov, la mayor parte de los ataques provenían de las ciudades de Khan Sheikhun y Latamné, donde se han descubierto fábricas de drones en grandes complejos subterráneos.