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Los padres de todo Estados Unidos continúan esforzándose por encontrar leche de fórmula para bebés porque las interrupciones en el suministro y la retirada masiva de productos de seguridad han hecho que muchas de las principales marcas desaparezcan de las estanterías.
Meses de escasez puntual en farmacias y supermercados se han visto agravados por la retirada de Abbott, que se vio obligada a cerrar su mayor planta de fabricación de leche de fórmula en Estados Unidos en febrero por problemas de contaminación.
El lunes, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jenn Psaki, dijo que la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estaba “trabajando sin descanso para hacer frente a cualquier posible escasez.”
El martes, la FDA dijo que estaba trabajando con los fabricantes estadounidenses para aumentar su producción y agilizar los trámites para permitir más importaciones.
Por el momento, los pediatras y el personal sanitario instan a los padres que no pueden encontrar leche de fórmula a ponerse en contacto con los bancos de alimentos o los consultorios médicos. Advierten que no se debe diluir la leche de fórmula para estirar los suministros ni utilizar recetas en línea.
¿Cuál es el alcance de la escasez?
Para mantener las existencias de leche de fórmula, los minoristas, como CVS y Walgreens, han empezado a limitar las compras a tres envases por cliente.
Más de la mitad de los estados de Estados Unidos registran tasas de desabastecimiento entre el 40% y el 50%, según Datasembly, una empresa de análisis de datos que recoge información de 11.000 establecimientos.
¿Cuál es la causa de la escasez?
Los ejecutivos del sector afirman que las restricciones comenzaron el año pasado, cuando la pandemia de COVID-19 provocó interrupciones en la obtención de ingredientes, la mano de obra y el transporte. Los suministros se redujeron aún más por la acumulación por parte de los padres durante los cierres.
Luego, en febrero, Abbott retiró varias marcas importantes y cerró su fábrica de Sturgis, Michigan, cuando los funcionarios federales concluyeron que cuatro bebés sufrieron infecciones bacterianas tras consumir leche de fórmula de la instalación.
Cuando los inspectores de la FDA visitaron la planta en marzo, encontraron protocolos de seguridad poco rigurosos y rastros de la bacteria en varias superficies. Sin embargo, ninguna de las cepas bacterianas coincidía con las recogidas en los bebés, y la FDA no ha ofrecido una explicación de cómo se produjo la contaminación.
Por su parte, Abbott afirma que su fórmula “no es probablemente la fuente de la infección”, aunque la FDA dice que su investigación continúa.
¿Qué es lo que sigue?
No está claro cuándo podría reabrirse la planta de Abbott.
La FDA dijo que la empresa sigue trabajando “para rectificar los hallazgos relacionados con los procesos, procedimientos y condiciones”. Otros fabricantes de preparados para lactantes están “cumpliendo o superando los niveles de capacidad para satisfacer la demanda actual”, según la agencia.
Con información de KHOU11 / Traducción: EVH…