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El aumento de los precios de carros y camionetas en Estados Unidos, que contribuyó a alimentar la inflación durante casi tres años, se está ralentizando y en algunos casos, disminuyendo, según informó el medio 12newsnow.com.
Es importante señalar que los picos de precios que siguieron a la pandemia de 2020 se debieron principalmente a una escasez mundial de chips informáticos, vitales para la fabricación de automóviles y que había obligado a las plantas a frenar la producción.
Al reducirse la disponibilidad de vehículos, los precios se dispararon. En 2021, algunos concesionarios ya no tenían carros nuevos en stock. Ante esto, muchos compradores recurrieron a carros de segunda mano, hecho que eventualmente provocó una subida de los precios, expulsando a mucha gente del mercado automovilístico.
Detrás de esta ralentización de los precios hay un número mucho mayor de vehículos en los concesionarios, tras años de grave escasez. Con más automóviles disponibles, las presiones que habían disparado los precios han disminuido.
A finales de enero, los concesionarios estadounidenses tenían 2,61 millones de carros, camiones y todoterrenos nuevos en sus lotes, según Cox Automotive. Esto representa una significativa diferencia de hace un año, cuando la oferta era de 1,74 millones.
Aunque los inventarios de automóviles nuevos siguen estando muy por debajo del nivel de aproximadamente 4 millones que prevalecía antes de la pandemia, los analistas y los concesionarios dicen que el aumento de la disponibilidad sugiere que 2024 será el año más asequible de los últimos cinco para comprar un carro o camioneta nueva.
Con información de 12newsnow.com / Traducción: EVH…