
¿Y si dudar de ti mismo fuera la mejor señal de que vas por buen camino?
En un entorno donde las apariencias suelen pesar más que las capacidades, muchos emprendedores sienten presión por proyectar seguridad. Sin embargo, incluso los más exitosos dudan de sí mismos. La inseguridad, lejos de ser un obstáculo, puede convertirse en combustible honesto para crecer.
En los últimos años, figuras influyentes han comenzado a hablar abiertamente de este fenómeno. Lo que antes se ocultaba por miedo a parecer débiles, hoy se reconoce como parte del liderazgo auténtico.
Cuando los tiburones también dudan
Barbara Corcoran, de Shark Tank, es clara:
“Mi éxito se debe por completo a mi inseguridad. Si tienes síndrome del impostor, es porque estás creciendo.”
El síndrome del impostor es esa sensación interna de no estar a la altura, de pensar que el éxito alcanzado es inmerecido o producto del azar, incluso cuando hay evidencia clara de logros. Curiosamente, suele presentarse con más fuerza en personas capaces y en constante evolución.
Corcoran fundó su empresa con solo $1.000, y creó The Corcoran Report para simular autoridad… hasta que la tuvo.
Kevin O’Leary, otro tiburón, admite haber cambiado radicalmente su forma de contratar: “Los más simpáticos no eran los que entregaban resultados.”
Con el tiempo, comprendió que el carisma no siempre va de la mano con la productividad. Muchos emprendedores, por querer agradar, evitan decisiones difíciles. Pero liderar implica priorizar la ejecución, incluso cuando eso significa rodearse de perfiles menos complacientes pero más comprometidos con los resultados.
Robert Herjavec vivió un momento clave cuando, al bromear sobre querer un jet más grande que el de Mark Cuban, este le respondió con frialdad: “¿Cuál de ellos?”.
Esa frase lo sacudió. Entendió que estaba midiendo su éxito con estándares ajenos y persiguiendo símbolos sin propósito. Fue un llamado a reorientar su ambición hacia lo que realmente importa: la coherencia con los propios valores.
Aprendizajes que trascienden industrias
En nuestra experiencia acompañando a líderes y emprendedores, especialmente dentro de la comunidad hispana, hemos identificado patrones que, bien aplicados, marcan una diferencia significativa en los resultados. Tres de ellos sobresalen de manera consistente:
- Inseguridad como motor
No es debilidad. Es señal de que estás creciendo.
Dato: Más del 70% de los profesionales exitosos han experimentado el síndrome del impostor (Harvard Business Review).
- Percepción como herramienta
Proyectar autoridad, incluso antes de tener grandes resultados, abre puertas.
Dato: Pacientes que perciben mayor presencia profesional en sus médicos aumentan un 30% la adherencia al tratamiento (AMA).
- Ejecutar por encima de agradar
Los equipos orientados a resultados superan en 28% la productividad de los que priorizan la complacencia (Deloitte, 2023).
Escuchar, crecer y liderar con conciencia
A medida que uno crece, puede aislarse. El éxito construye una burbuja donde se duda menos, no porque ya no haya razones, sino porque el entorno deja de cuestionar. Aprender a escuchar, incluso a uno mismo, es clave. Como dijo Amancio Ortega (ZARA):
“Cuanto más alto estás, más fuerte debes escuchar. Porque el éxito te aísla.”
Aceptar que la inseguridad puede convivir con la ambición, que la percepción se construye y que la ejecución importa más que la aprobación, es liderar con conciencia.
No hay fórmulas únicas. Cada emprendedor tiene su camino. Pero estos principios —inspirados en experiencias reales— pueden ayudarte a avanzar con autenticidad.
Desde ADD Consulting te invitamos a cambiar la mirada:
Si sientes que no estás listo, si dudas, si temes no estar a la altura… vas por buen camino.
Construye percepción con estrategia, rodéate de ejecutores y permite que tu inseguridad trabaje a tu favor. Si buscas claridad en tu mensaje, una mejor posición o un equipo que marque la diferencia, estamos para acompañarte. Visítanos en www.add-consulting.com. A veces, una sola decisión lo cambia todo.