
El 1 de Diciembre de cada año se conmemora Día Mundial de la Lucha contra el SIDA o Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida. Desde 1988 se elige por primera vez ésta fecha, apoyado por la Asamblea Mundial de la Salud y la Asamblea General de las Naciones unidas, con el fin de despertar conciencia y promover la educación para combatir y unir esfuerzos en frenar ésta infección viral que ha matado a más de 25 millones de personas en todo el planeta, considerándose por tanto en la epidemia más destructiva registrada en la historia de la humanidad. En el año 2000 constituía la cuarta causa de muerte en el mundo afectando mujeres, hombres y niños.
ENFERMEDAD H
En un tiempo era considerada la enfermedad de las “H”, ya que los primeros casos fueron Hombres, la mayoría con prácticas Homosexuales, posteriormente se registraron casos en pacientes Hemofílicos por haber recibido Hemoderivados contaminados con el virus.
En América un número importante de casos eran pacientes Haitianos, otros consumidores de Heroína y finalmente en Heterosexuales, nadie se escapó de la posibilidad de ser infectado por este virus llamado Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH) incluyendo los niños que tienen un 35 % de riesgo de adquirir la infección durante el embarazo, 65% de riesgo de adquirirla durante el parto y un 14% a través de la lactancia materna y es lo que se conoce como transmisión vertical de la infección.
SIDA infantil
Otros casos más lamentables de SIDA infantil ocurren como consecuencia de violaciones sexuales y transfusiones sanguíneas. Cada día mueren de SIDA 500 niños en todo el mundo a mayoría de ellos en países africanos y asiáticos de renta baja.
La infección por VIH causa un deterioro progresivo del sistema inmune, por tanto los pacientes infectados por el Virus del SIDA que se les conoce como seropositivas, quedan a merced de infecciones oportunistas que normalmente pueden ser combatidas sin mayores consecuencias, pero que en una persona inmunocomprometida puede ser mortal, así como el aumento de la probabilidad de desarrollar ciertos tumores poco frecuentes.
Cuando un niño adquiere el VIH, el virus entra a cierto tipo de glóbulos blancos (células CD4), y hace copias de sí mismo para multiplicarse, en este proceso se destruyen las células y libera las copias de los virus que van a infectar nuevas células. A medida que transcurre el tiempo y se crean más copias del virus, el recuento de células CD4 disminuye, debilitando el sistema inmunitario, comprometiendo la capacidad para combatir otras infecciones y ciertas formas de cáncer.
VIH y SIDA
Es importante aclarar la diferencia entre tener la infección por VIH y SIDA, la primera significa que el virus esta en el cuerpo, algunas personas pueden permanecer saludables durante algún tiempo a pesar de ser portadores del virus y no exhibir ningún tipo de síntomas, una vez adquirido el virus este permanece en sangre. El SIDA es un estadio tardío de la infección por el VIH y con un contaje muy bajo de células CD4 desarrollando infecciones recurrentes denominadas oportunistas y ciertos tipos de cáncer.
En la actualidad el SIDA no dispone de tratamiento curativo o vacuna, pero sí se dispone de medicamentos conocidos como antirretrovirales que permite a personas seropositivas puedan vivir por más tiempo y en mejor estado de salud, ha permitido reducir significativamente la trasmisión vertical en niños cuando las madres se confirma la infección durante el embarazo.
Tratamiento con antirretrovíricos (TAR)
Además, se ha confirmado que el tratamiento con antirretrovíricos evita la transmisión del VIH. Sin tratamiento antirretroviral, hasta el 80% de los niños infectados por el VIH mueren antes de cumplir los 5 años, por lo cual la lucha continua en facilitar el acceso de los pacientes seropositivos del tratamiento en países pobres, dado que el SIDA pediátrico ha llegado a ser muy poco frecuente en los países desarrollados, la situación grave se presenta en los países donde las cifras siguen siendo muy altas pero no se disponen de las formulaciones pediátricas de tratamiento.
Por tanto la educación y la prevención sigue constituyendo el arma más poderosa de combatir este flagelo, mientras más se divulgue las formas de transmisión y la importancia de tener una educación sexual adecuada, evitaremos nuevos casos especialmente en nuestros adolescentes quienes cada vez más precoz inician relaciones sexuales sin protección, donde pueden adquirir además del VIH un sin número de enfermedades de trasmisión sexual de forma conjunta.
Por María Gabriela Jiménez Méndez
Especialista en Neuropediatría
Diplomado Internacional en
Enfermedades tropicales de la infancia