Un juez de Brasil, Vallisney Oliveira, imputó al Partido de los Trabajadores, incluyendo a los expresidentes Luiz Inácio Da Silva y Dilma Rousseff, a causa de una denuncia que los implica como los principales autores del caso Petrobras.
Según esta denuncia, los imputados habrían recibido cerca de 1.500 millones de dólares en sobornos. La misma involucra además a Gleisi Hoffman, junto con los principales barones del partido: Antonio Palocci, que fue ministro de Hacienda con Da Silva, y otro ministro de Hacienda, Guido Mantega.
Ante ella, el Partido de los Trabajadores respondió asegurando que esta acusasión forma parte de una persecución judicial iniciada contra el expresidente en 2016. Igualmente Rouseff señaló que esta decisión del juez esta basada en una clara tentativa de criminalizar al partido.