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Para nadie es una sorpresa de que el presidente Trump ha sido un férreo enemigo de los inmigrantes. Muchas de sus políticas inmigratorias han estado dirigidas hacia una determinante reducción de la inmigración en general. Si bien muchos estarán de acuerdo en que hay que controlar la inmigración ilegal, el problema actual pareciera ser que la mayor cantidad de recortes y restricciones inmigratorias han estado centradas en la inmigración legal, bajo el cual este país fue fundado.
Estas políticas inmigratorias actuales tendrán sin lugar a duda, repercusiones significativas en muchos aspectos cruciales de los EE.UU., tales como su capacidad de crecimiento económico entre otros. De acuerdo con las estadísticas y predicciones de la fundación nacional de política americana, la cantidad de inmigrantes legales a los EE.UU. se podría reducir a más de la mitad entre los años fiscales 2016-2021. Para un país construido por inmigrantes, esto podría afectar severamente nuestra capacidad de respuesta económica frente a épocas de recesión, tales como la del coronavirus y la del 2009. Los inmigrantes y sus hijos crecidos aquí representan más del 50% del crecimiento de la fuerza laboral americana de los últimos 20 años.
Varias de las políticas que han deprimido la inmigración legal en los EE.UU. afectan prácticamente a todos los rubros de inmigrantes. Comenzando por el “veto musulmán” el cual afecto la entrada al país de individuos provenientes de países principalmente musulmanes. La proclamación presidencial del 22 de abril 2020 el cual restringe la emisión de visas y entrada de nuevos inmigrantes, salvo ciertas excepciones. Esto bajo la justificación de la protección del coronavirus. La nueva regla de carga pública, la cual afecta a una gran cantidad de inmigrantes por peticiones familia. Las restricciones para entrar a los EE.UU. con nuevas visas de trabajo H-1B, H-1B, L-1 y J-1. Los cambios de criterios y procedimientos en los procesos de asilo en la frontera (eg. MPP, Cortes en Carpas, tiempos de espera para solicitar permisos de trabajo, reducción del techo de refugiados.)
Aún cuando muchas de estas políticas y proclamaciones afectan mayormente a los inmigrantes que se encuentran afuera de los EE.UU., muchas empresas americanas no les será permitido traerse
empleados de sus filiales internacionales a través de una visa L-1 o a un ciudadano americano traerse a sus padres en el extranjero por un largo tiempo. Algunas empresas podrían decidir reestructurar sus operaciones hacia otro país, lo cual afectaría a la larga a los EE.UU. ya que no se beneficiaria de estos recursos humanos calificados, cobro de impuestos sobre la renta, sobre las compras de productos, de vivienda, vehículos, alimentos, etc. Pienso que, si todas las políticas y restricciones inmigratorias arriba mencionadas hubiesen estado ya implementadas desde los últimos 5 años atrás, probablemente contaríamos con mucho menos personal calificado y especializado en todas las áreas de la economía, lo cual detendría la recuperación de una crisis económica. Muchos de los inmigrantes que aspiraban entrar a los EE.UU. elegirían otros países de destino para estudiar, trabajar y sentar sus raíces, lo cual a la larga seria una gran pérdida para los EE.UU.
Consulte solo con abogados de inmigración debidamente licenciados en los EE.UU. Solo los abogados de inmigración debidamente licenciados podrán asistirle apropiadamente. Si desea analizar o consultar su situación inmigratoria individual con el autor, debe llamar al 713-532-2110 y concertar una cita. IG: @hjlopezlaw & Website: www.abogadolatinohouston.com