La ciudadana estadounidense, Lindsey McFarland, dio a luz al primer bebé en ese pais nacido de un útero proveniente de una persona fallecida.
Lindsey McFarland, deseaba convertirse en madre, pero un problema con su útero se lo impedía. Aplicó para ser candidata a un trasplante y a finales del 2017 por fin llegó su oportunidad.
Una paciente en edad fértil y con la matriz sana acababa de fallecer. La operación se realizó y dos años después su hija nació sana y salva, convirtiéndose en la primera bebé de Estados Unidos nacida bajo estas condiciones, y la segunda en el mundo.