El ministro de Antigüedades egipcio, Khaled al Anany, anunció el descubrimiento de una tumba antigua ubicada en la provincia de Luxor, en Alto Egipto.
Los muros de la tumba se encontraban decorados con escenas coloridas que retratan al propietario con los miembros de su familia, además de dos sarcófagos con dos momias en buenas condiciones.
También habían dos estatuas de madera, una colección de 1.000 estatuas ushabtis talladas en madera, loza y barro, así como cinco máscaras coloreadas.
Según Anany, la tumba había sido desenterrada por una misión arqueológica egipcia que trabajaba en el área de Al Asassif, en la ribera occidental de Luxor.
Dicho descubrimiento salió a la luz luego de cinco meses de obras de excavación realizadas por la misión egipcia dirigida por Mostafa Waziri, secretario general del Consejo Supremo de Antigüedades.