El pasado lunes se registró un accidente aéreo donde falleció la gobernadora del estado de Puebla, Martha Erika Alonso, su esposo, y el ex gobernador y senador Rafael Moreno Valle, por causas que aún se desconocen.
A raíz de las dificultades para esclarecer el siniestro, y por órdenes del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, el país ha solicitado la ayuda de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (la National Transportation Safety Board) de Estados Unidos.
Se espera que la NTSB proporcione investigadores calificados para ayudar a solucionar el caso donde además murió el piloto de la nave y el primer oficial Es importante señalar que la nave, una Augusta 109, se desplomó tan solo 10 minutos luego de haber despegado del helipuerto “Triángulos de las Ánimas”, situado en el centro de Puebla. La nave que cumplía todos los requisitos para volar cayó sobre campos de maíz en el municipio de Santa María Coronango, situado en referido estado.
En este sentido, se pudo conocer que el capitán Roberto Coppel y el primer oficial, identificado como Marco Antonio Tavera, contaban con sus licencias de vuelo y certificados médicos en regla y al día. La nave tenía además su certificado de aeronavegabilidad vigente y había sido emitido durante el mes de septiembre.
Por otra parte, los fabricantes del fuselaje y las turbinas, producidas en Italia y Canadá, respectivamente, ya han enviado peritos para investigar el accidente.