.-Susan Oliver / HIGH LANTERN GROUP / PRESS RELEASE. Desde temprana edad, la vida le enseñó a Mariela Poleo a adaptarse.
Al crecer en Caracas, Venezuela, y asistiendo a un internado en el Reino Unido cuando era joven, aprendió a hablar, leer y escribir tanto en español como en inglés, navegando entre idiomas y culturas muy diferentes.
Finalmente regresó a Venezuela para la universidad, obtuvo títulos en arquitectura e ingeniería, y luego asumió desafíos profesionales en todo el mundo, desde Noruega hasta Houston, donde se sumergió en las distintas culuras geográficas y corporativas de cada nueva ubicación y esfuerzo.
Es cierto que Poleo nunca se imaginó con precisión cómo el viaje de su vida la prepararía para un propósito y un papel como el de ser la primera mujer presidenta de la Fundación Simón Bolívar (SBF). Sin embargo, ha aprovechado esas experiencias, aportando una experiencia única.
Poleo actualmente está guiando a la fundación en una dirección más enfocada e inmediatamente exigente: expandir el alcance de la fundación y aliviar los efectos devastadores de la pandemia de COVID-19 en Venezuela.
Impulsada por una profunda pasión por su país de origen y un agudo sentido del deber, está aprovechando décadas de experiencia en operaciones de la industria y gestión financiera para supervisar todas las facetas de la fundación, desde las operaciones hasta la gestión financiera y las actividades de concesión de subvenciones.
Bajo su liderazgo, la organización modificó recientemente su misión y objetivos para enfocarse en brindar acceso a financiamiento, desarrollo de capacidades y empoderamiento de organizaciones sin fines de lucro que amplían el acceso a medicamentos, nutrición y bienestar a personas vulnerables en y desde Venezuela, especialmente niños y madres.
Como parte de este cambio, la Fundación lanzó su Programa de Salud Humanitaria 2020, que se centra en tres objetivos principales:
• Acceso: Incrementar el acceso a medicamentos, nutrición y atención médica para personas y comunidades vulnerables y de bajos ingresos.
• Capacidad: mejorar la capacidad de los profesionales médicos y los cuidadores para atender y tratar a los pacientes mediante la educación y el apoyo.
• Empoderamiento: Aumentar la eficacia de las organizaciones y los actores comunitarios empoderándolos para atender las necesidades de salud de las personas más vulnerables en sus comunidades, en particular los niños y las madres.
Esta iniciativa se basa en un proceso definido y un enfoque sistemático para otorgar subvenciones pequeñas, medianas y grandes a organizaciones que apoyan los esfuerzos humanitarios de salud para personas y poblaciones vulnerables y de bajos ingresos en y desde Venezuela. Para garantizar la transparencia, la Fundación evalúa las propuestas de subvenciones en colaboración con un Equipo Asesor Comunitario voluntario, que incluye líderes con profundos conocimientos y experiencia en los sectores de salud y sin fines de lucro.
Las solicitudes de subvenciones se evalúan en función de su posible impacto en la comunidad, innovación y rentabilidad, con un enfoque específico en las ONG existentes que demuestran un sólido gobierno corporativo.
Usando una rúbrica de calificación estandarizada con criterios claros para seleccionar beneficiarios, las propuestas se califican según la capacidad de abordar las prioridades del programa de subvenciones; presupuesto y rentabilidad; diseño / plan del proyecto; impacto del proyecto; e innovación.