El presidente de Francia, Emmanuel Macron, lamentó la muerte de once personas desde que empezó el movimiento de protesta de los chalecos amarillos en noviembre pasado.
Dichas declaraciones las dio junto al presidente de Egipto, Abdelfatah al Sisi, en el palacio Itihadiya ubicado en El Cairo, donde explicó que la muerte de estos ciudadanos no fue perpetrada por miembros de las fuerzas del orden.
Estas manifestaciones que surgieron como un movimiento de protesta contra el alza de los precios del combustible, han ido creciendo con reivindicaciones, además de haber suscitado polémica por denuncias de represión policial, hecho que denuncia Macrón ya que asegura que las fuerzas del orden han actuado de forma profesional en este contexto.