Foto: EFE/Marta Garde
Un Louvre abierto para un público principalmente local, arrancará el 6 de julio con nuevas medidas de seguridad tras un cierre de tres meses por la pandemia.
Se reabrirán el 70 % de los espacios, pero la inmensidad de sus colecciones hace que su atractivo no se vea mermado por una reducción que afecta, entre otras, a las salas de escultura francesa de la Edad Media: el visitante tendrá a su disposición más de 30.000 obras en 45.000 metros cuadrados.
Las franjas de horarios también se adaptarán a esas nuevas costumbres: el turista chino o estadounidense prefiere acceder a primera hora de la mañana, pero la pinacoteca anticipa horarios más tardíos para ese público de proximidad, por lo que habrá más disponibilidad conforme avance el día.
El uso de la mascarilla será obligatorio a partir de los 11 años y también la reserva con un horario de entrada definido. Además, el recorrido estará marcado con flechas y en caso de mucha afluencia, o en las salas más emblemáticas como la de La Gioconda, no se podrá dar marcha atrás para evitar el cruce de gente.
“Es el momento de venir a ver el Louvre con menos visitantes”, indica su presidente, Jean-Luc Martinez, durante la presentación a la prensa del dispositivo aplicado para garantizar los requisitos sanitarios.
El Louvre cerró sus puertas el pasado 13 de marzo, cuatro días antes del inicio del confinamiento en Francia, y este tiempo le ha servido tanto para preparar sus espacios como para repensar su oferta.
Con información de EFE…