
Como si fuera poco las circunstancias difíciles a la que se enfrentan los migrantes, la pandemia ha venido a profundizar aún más la falta de empleo y la ineficiencia del sector salud en los países de acogida. Hoy el venezolano migrante se debate entre si pasar necesidades dentro o fuera de el país, ya que sin empleo y sin relacionados que le puedan dar una mano de ayuda, están destinados a enfrentarse a problemas de desalojo e imposibilidad de alimentarse.
Es irónico, porque al regresar a Venezuela las condiciones que les esperan son también muy graves, sin embargo, gana la tesis de “por lo menos estoy acompañado de la familia”. El régimen no hace más que maltratar al pueblo venezolano, se mofa públicamente de los más afectados por la pandemia que han regresado, pero ¿qué país encuentran? Ahora ¿Cómo se mantendrán las familias que recibían remesas? la mayoría de los habitantes venezolanos están destinados a seguir vulnerables ante cualquier mal, a menos que retorne la democracia.
El coronavirus es tan solo otro factor que se une a la falta de ingresos, a la carencia de servicios básicos, a la deteriorada educación y a la destrucción de los centros de salud. En Venezuela han vuelto enfermedades erradicadas hace años, muestra del descalabro del sistema de salud cubano que impuso el chavismo y que hace años fracasó y no encontró reemplazo.
Definitivamente hay que pensarlo bien antes de regresar a Venezuela, el coronavirus es una circunstancia que nos afecta a todos, obviamente va a pasar y seguramente los países donde hay libertad y respeto a los derechos se recuperarán más rápido y abrirán más oportunidades a todos los que han venido a trabajar y esforzarse por ser mejor cada día.
María Lorena Salas
Adriana Rincón