Foto: EFE/Cristóbal Herrera/Archivo
(EFE).- El aumento de casos semanales de la covid-19 y hospitalizaciones en el sur de Florida llevó al sistema sanitario Jackson Health Care a elevar a “alto” el nivel de amenaza de la pandemia, luego de pasar de tratar a 66 pacientes hace dos semanas a 139 en estos momentos, un aumento del 111 %.
De los 139 pacientes que están siendo tratados actualmente en la red de hospitales públicos del Jackson, la más grande del estado, el 95 % no están vacunados.
Para seguridad de los pacientes, visitantes y personal sanitario, el sistema Jackson ya no permitirá visitas en la mayoría de sus centros de salud a los pacientes hospitalizados, a partir del próximo 21 de julio, recogió el canal televisivo CBS Miami.
Los casos de contagios de la covid-19 están aumentando en todo el país a medida que la variante delta -de más fácil transmisión- se propaga, lo que ha terminado con meses de disminución constante del número de contagios a medida que progresaba la vacunación.
De hecho, el pasado viernes el número de casos confirmados de la covid-19 en Florida aumentó para esa semana a un ritmo no visto en meses con un total de 45.603 nuevos contagios entre el 9 y 15 de julio, y una tasa de positividad que alcanzó el 11,5 %, según las cifras que ofrece todos los viernes el Departamento de Salud de Florida.
Desde el 1 de marzo de 2020 hasta este viernes se habían registrado en este estado 2.406.809 casos y 38.388 muertes a causa de la covid-19, con 59 muertes durante esta semana y un promedio diario de 6.515 contagios.
En cuanto a la tasa de positividad, esta también se disparó hasta el 11,5 %, frente al 7,8 % de la semana pasada y el 5,2 % de la anterior.
El estado, con una población de 21 millones de habitantes, registra además un total acumulado de 11.292.335 vacunados, con una vacunación semanal de 224.326, algo superior a las 207.089 personas inmunizadas la previa.
Hay unas 3.200 hospitalizaciones por la covid-19, lo que refleja un aumento del 73 % desde el pasado 14 de junio.
Florida tiene ahora la cuarta tasa de hospitalización per cápita más alta de EE.UU., solo por detrás de Nevada, Missouri y Arkansas.