El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, participa este miércoles durante la rueda de prensa matutina en Palacio Nacional en Ciudad de México (México). EFE/Sáshenka Gutiérrez
(EFE).- El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este miércoles que haya conversado con su homólogo colombiano, Gustavo Petro, sobre las elecciones de Venezuela y tampoco dejó claro si hablará con él y con el brasileño Lula Da Silva, como lo había anticipado el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo.
“No, no hubo la plática, nada más decir que es mi amigo, lo estimo, lo respeto”, señaló el mandatario durante su conferencia de prensa matutina.
El gobernante mexicano fue cuestionado sobre la “probable” plática virtual que, según dijo Murillo el martes, sostendrían los tres mandatarios este miércoles con el presidente venezolano, Nicolás Maduro para expresarle sus posiciones frente a la crisis que el país suramericano enfrenta tras las elecciones del 28 de julio.
El mandatario, no obstante, afirmó que respeta y quiere “mucho” al pueblo de Colombia y también expresó su admiración y respeto al presidente Petro quien, reiteró, “está sometido a fuertes presiones” pues ha sido criticado por su silencio ante la crisis venezolana.
“Presiones de quienes se sentían los dueños de Colombia, lo que pasaba aquí (en México), nada más que aquí hemos avanzado más, él ha avanzado, pero está más difícil”, aseveró.
Asimismo, envió un “fuerte abrazo” a Petro y al pueblo colombiano y les recomendó que aprovechen el tiempo “para cambiar las cosas, para transformar” e hizo un llamado a la resistencia.
“Porque los oligarcas, los privilegiados no quieren ningún cambio, son muy egoístas y que no se olvide: el conservador es muy hipócrita (…) padece amnesia, se le olvida lo que ellos hacen cuando gobiernan y, de repente, se sacuden y ya se quieren presentar como las blancas palomas y paladines de la libertad, y paladines de la democracia y paladines de la justicia”, reprochó.
La última vez que el presidente de México opinó sobre la crisis en Venezuela fue el 23 de agosto, un día después de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de aquel país ratificó la victoria del actual mandatario venezolano, Nicolás Maduro, aunque López Obrador aún no ha reconocido dicho triunfo.
Petro y Lula han intentado mediar en la crisis que Venezuela tiene abierta desde que el ente electoral anunció la cuestionada victoria de Maduro en las votaciones del pasado 28 de julio.
Ninguno de los dos países ha reconocido aún la victoria de Maduro, pero tampoco se han decantado por el abanderado de la oposición mayoritaria, Edmundo González Urrutia, apostando a pedir que se publiquen las actas electorales y a abrir sendas de diálogo con las dos partes.
El 22 de agosto el Tribunal Supremo avaló el resultado del Consejo Nacional Electoral (CNE) que dio por ganador al presidente Maduro, una victoria que la oposición liderada por González Urrutia y María Corina Machado niegan reconocer y múltiples países latinoamericanos también han cuestionado.
La crisis en Venezuela se agudizó este lunes con la orden de arresto emitida por el Tribunal Supremo de Justicia de Venezuela contra el excandidato presidencial opositor González Urrutia, respaldado por Machado.