
Mis hijos me llaman el Goldito. Según ellos, desde que me levanto, estoy pensando en qué voy a almorzar pero, no es cierto, porque yo sé desde ayer qué almorzaré hoy; lo que pienso, es en que voy a comer mañana o posiblemente pasado, porque mañana también lo sé.
Con la Navidad es parecido, sé qué me voy a comer; en lo que pienso, es en cuándo llegará el momento para comenzar. Hay tres platillos que desde la llegada de diciembre, no pueden faltar, ojalá pudiera comerlos todos los días, pero este cuerpito ya no es igual.
El Panetón (Panettone), el Pan de Jamón, y por supuesto, la maravillosa Hallaca. Por suerte, los tres los puedo encontrar en Houston, así que este año tampoco los voy a pelar.
El Panettone: es un pan dulce típico de la ciudad de Milán, aunque ahora se produce también en otras partes del mundo como Brasil, Perú y Argentina, donde se come prácticamente todo el año. Se dice que su origen es desde la época de los romanos, aunque no es hasta inicios de los 1900 que se comenzó a vender de manera industrializada. Son muchos los tipos de Panettone que hoy conseguimos, rellenos con todo tipo de cremas y dulces. Hasta los hay salados (que tuve la oportunidad de probar), pero vamos a estar claros, dos son los que mandan: el Panettone con frutas secas (mi favorito absoluto), y el Pandoro, al que solo se le agrega azúcar arriba. En Houston se consiguen en varios lugares, pero si quieres algo de calidad y mayor variedad, Central Market es el lugar donde buscar.
El Pan de Jamón: el platillo favorito de mi hijo mayor. Es algo con lo que cualquier venezolano sueña a lo largo del año. Autóctono de Caracas, Venezuela, donde Gustavo Ramella en 1905 por tratar de sacarle provecho a los sobrados del jamón usado en la época de navidad, consiguió como resultado, este famoso pan que hoy por hoy, es un clásico en nuestras mesas. La maravillosa combinación de sabores, gracias a la mezcla de sus ingredientes (jamón, aceitunas verdes y pasas) combinado con las texturas de la semi-dulce y suave masa, hacen de este platillo todo un manjar. Por suerte, también en Houston contamos con dos maravillosos panes de jamón que no faltan en mi mesa, los que prepara Alessandra en Katy, 832-605.4204 y los de Poncho en The Woodlands, 832-903.0119.
Las Hallacas (Hayacas): que no le quede duda a ninguno que este es mi “all time” platillo favorito. Qué cosa más rica! La combinación de aromas, texturas y sabores que componen una hallaca la hacen única. Desde que a inicio de diciembre hago las mías, siguiendo las instrucciones (que tanto me costó sacar a mi mamá), mi hijo menor y yo las comemos todos los días. Es más, cada vez que nos sentamos a comerlas, las volvemos a analizar como si fuera la primera vez. Como buen oriental, tienen que tener su toque dulce y un poco más fuerte el “kick” del picante, y claro, ¡las más ricas son las de mi mama!
El origen de la hallaca es bastante incierto. Son varias las versiones, pero desde niño recuerdo que todas indicaban que el platillo había surgido desde la época de la colonia, donde los indígenas y los trabajadores en las plantaciones, mezclaban en una hoja de plátano, cubierta con masa de maíz, los restantes de la comida de la casa.
Lamentablemente, no les tengo una buena hallaca para recomendar en Houston, de seguro la hay, es sólo que no la he probado, así que si saben de una no dejen de contarme.
En estas navidades, son mis mayores deseos, que sus mesas estén servidas para poder compartir con sus seres queridos, mientras afianzamos nuestras tradiciones. ¡Feliz Navidad!
Manuel Guzmán-López
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