Un día como hoy hace 367 años, el Cacique Coromoto, perteneciente a los indios Cospes, vio por segunda vez a la Virgen de Coromoto, patrona de Venezuela.
Originalmente la virgen se le apareció al indio Coromoto el 8 de septiembre de 1652, cuando éste atravesaba un riachuelo. Maria le habló en su lengua y les dijo “vayan a casa de los blancos y pídanle que les echen agua (bautismo) para poder ir al cielo”.
Su tribu asumió la recomendación pero Coromoto no hizo lo mismo y prefirió adentrarse en la selva. El día 11 de septiembre, la Madre de Jesús se le apareció nuevamente y le entregó un pedazo de corteza de árbol con su imagen.
A partir de este hecho, se tomó como la fecha para la adoración de la Virgen de Coromoto, a la que en octubre de 1944 el Papa Pío XII, declaró como “Celeste y Principal Patrona de Venezuela”.
Este 11 de septiembre para conmemorar ambas ocasiones en el municipio Baruta, en Caracas, se develará la única réplica de la imagen de la Patrona que reposa en la catedral de Notre Dame.
Dicha réplica fue realizada por el artista plástico venezolano Ismael Mundaray, que sobrevivió al reciente incendio en el santuario sagrado y se encuentra en resguardo durante las reparaciones.