El Gobierno iraní rechazó tener algún tipo de vinculación con el ciudadano alemán de origen afgano que fue acusado por ser un espía de Irán.
Según el Ministerio de Exteriores iraní, Bahram Qasemí, estas acusaciones son parte de un esfuerzo más amplio para socavar las buenas relaciones entre Teherán y Europa.
Qaesmí, aseguró no estar sorprendido por la noticia ya que alega que existen múltiples acusaciones de seguridad planteadas por gente que busca sabotear las relaciones entre Irán y Europa, especialmente personas que firmaron el acuerdo nuclear pautado el julio de 2015 entre Irán y seis potencias mundiales.