
La detección temprana de alguna irregularidad en los dientes de los niños permite evitar problemas a futuro. Por ello, la evaluación por un especialista, a más tardar, a los siete años de edad conlleva grandes beneficios
¿Por qué a los 7 años es la edad ideal para llevar a los niños a realizarse un chequeo con el ortodoncista?, ¿Es realmente necesario?, ¿Desde pequeños pueden usar aparatos correctivos, expansores..?, ¿Se pueden evitar muchos tratamientos si se interviene a tiempo?
Esta y otras interrogativas se las hacen muchos padres cuándo observan malestar en sus hijos por una mala mordida (maloclusión dental), falta de espacio, piezas de más, dientes torcidos o superpuestos, mordida cruzada o abierta, en sus pequeños.
Si les respondiéramos que “sí” a todas las interrogantes pudieran entender que no son solo los expertos en el área los que hacen un llamado a los padres para que lleven a los niños al especialista desde temprana edad, también es una recomendación de la Asociación Americana de Ortodoncistas (AAO). Cabe resaltar que, si el niño ha tenido control con su odontopediatra desde los seis meses o 1 año de edad, para nada resulta sorpresivo la necesidad de comenzar un tratamiento preventivo, interceptivo o correctivo, a partir de los siete años, lo más seguro es que ya habría sido conversado con anterioridad.
¿Por qué desde pequeños?
A los siete años, la mayoría de los niños tienen una mezcla de dientes de leche y permanentes, lo que facilita diagnosticar y corregir los problemas dentales y las mandíbulas con anticipación y sin cirugía. Es decir, se corrige y orienta el crecimiento de la mandíbula para ayudar a que los dientes permanentes broten derechos, se regula el ancho de los arcos superior e inferior, se crea más espacio para los dientes apretados, se evita la necesidad de extracciones dentales permanentes más adelante, se corrige la succión del pulgar y se ayuda a mejorar los problemas leves del habla, entre otras irregularidades.
Aunque cada caso es diferente y se maneja luego de un estudio de ortodoncia completo por parte del ortodoncista, generalmente se comienza con aparatos removibles (quita y pon) ya que, en la edad antes mencionada, el niño puede colaborar un poco más con el tratamiento. En esta primera etapa se enfoca más en corregir los defectos óseos (tipos de mordida, falta de espacio), mientras que, en la siguiente etapa, con aparatos fijos (pueden usarse a partir de los 10 años, una vez que empiezan a salir los dientes permanentes), para mejorar la alineación y posición exacta de los dientes. Esto no quiere decir que, terminada una etapa con un tipo de aparatos, hay que seguir otra etapa con otros diferentes. Puede haber un lapso de descanso y evaluar posteriormente si es necesario, en un tiempo prudencial, comenzar con otro tipo de aparatos.
Va más allá
Miembros de la Asociación Americana de Ortodoncia resaltan que: “El tratamiento de ortodoncia puede ser una parte muy importante del cuidado de la salud bucal de su hijo. Los dientes que funcionan alineados permiten morder y masticar correctamente y contribuyen a un lenguaje claro. Los dientes que funcionan bien tienden a tener una apariencia agradable”.
El tratamiento temprano le dará a tu hijo una sonrisa saludable y hermosa para el futuro y en City Smiles Dental and Orthodontics (@citysmilesdental) Creamos Sonrisas desde pequeños.
Gustavo Adolfo Salas de Armas DDS, MS