
De nuevo sobre el tapete corporativo se está aún tratando de digerir la nueva mega absorción que vincula dos grandes empresas públicas. El súper poderoso de la industria computacional IBM (NYSE:IBM), basado en Armonk, en el estado de Nueva York, tiene el carrito lleno ya que estará realizando su más grande y significativa adquisición en recientes años.
Se trata de la compra de Red Hat, Inc. (NYSE:RHT), el cual es el más grande proveedor del sistema operativo Linux, y el cual sirve como plataforma principal para la construcción de aplicaciones de computación en la nube. Esta empresa tiene su sede corporativa en Carolina del Norte y se trata de la adquisición por parte de IBM de cada acción común a un valor nominal de $190 en efectivo, para una transacción total valorada en 34.000 millones de dólares. Esta absorción fue anunciada a finales de octubre de 2018.
Es una compra orientada principalmente a posicionar a IBM como número 1 en el mundo de las aplicaciones en la nube cibernética. Si bien es cierto que IBM cuenta con un grupo prestigioso en el área de consultoría de negocios y de informática, incluyendo esta nueva tendencia de aplicaciones residentes en la nube computacional, no menos es cierto que se trataba de contra atacar a la mafia de Microsoft (NASDAQ:MSFT), Amazon (NASDAQ:AMZN) y Google (NASDAQ:GOOGL), quienes han dado pasos cuánticos para posicionarse como líderes internacionales en esta área de tecnología.
No solo estos abanderados están en la escena de la nube cibernética, pero cientos de miles de otras empresas medianas y pequeñas que de alguna u otra forma, tarde o temprano, terminarán bajo la sombrilla de los más grandes proveedores de servicios computacionales, mayormente por absorción.
El concepto de computación en la nube ha adquirido una fuerza indescriptible en los últimos años, y el mismo está seduciendo a cientos de miles de empresas a nivel mundial, ya sean cotizantes, privadas, sector gobierno, etc., así como de cualquier tipo de industria, es decir, petróleo, banca y finanzas, manufactura, retailing, servicios, etc.
Hay opiniones encontradas sobre temas de seguridad en la nube, y aún muchas organizaciones se revelan en contra de esta innovación hasta tanto se demuestre cuan robusta o vulnerable pueda ser la seguridad de los datos corporativos y procesos de negocio (como por ejemplo los ciclos de ingreso, egreso, o cadenas de suministros).
Modelos de computación en la nube incluye “Software as a Service – SaaS”, “Infrastructure as a Service – IaaS”, y “Platform as a Service – PaaS”, como los principales servicios, y los cuales se están convirtiendo en una parte integral de las organizaciones de vanguardia.
De nuevo, empresas como las indicadas anteriormente llevan la bandera en este innovador concepto de hacer negocios, e IBM solo desea consolidar su ventaja estratégica ante sus mayores rivales. El más significativo movimiento de IBM en esta transacción, al menos la forma como yo lo veo, es su enfoque en proveer no solamente los servicios tradicionales en la nube propietaria, pero también el proveer herramientas de usuario que le permita a las organizaciones construir sus propias nubes privadas.
Esto haría que el mantenimiento de la plataforma y aplicaciones, así como la propiedad intelectual de los productos, residan del lado del cliente y no del lado del proveedor. Es el concepto de nubes híbridas. A mi juicio, muy innovador y acertado que el usuario posea mayor control sobre su plataforma en la nube computacional. Al final, es el cliente quien decide.
Muy bien por IBM, por Red Hat, por los múltiples asociados de negocio, pero mayormente por la base de clientes que ahora se beneficiará de la nueva forma de hacer negocios en la nube.