La líder de Hong Kong, Carrie Lam, aplazó por tiempo indefinido un proyecto de ley que permitía extradiciones a China continental.
El mismo autorizaría las solicitudes de extradición a China, Taiwán y Macao de criminales sospechosos de delitos como homicidio y violación .
Muchos ciudadanos la consideran como una amenaza al Estado de derecho en la excolonia británica.
Según explica un congresista estadounidense, los cambios a la ley dejarían a Hong Kong más susceptible a la “coerción política” de China y erosionarían aun más la autonomía del territorio.
Cabe destacar que casi un millón de personas marcharon por Hong Kong el domingo pasado para protestar contra el proyecto y según organizadores de la manifestación, esta ha sido la mayor protesta en la ciudad desde que las multitudes expresaron su rechazo a la violenta represión contra las manifestaciones en favor de la democracia en la plaza Tiananmén de Pekín el 4 de junio de 1989.