El presidente encargado de Venezuela, Juan Guaidó, denunció que el oficialismo trata de “cerrar” el Parlamento, luego de que fuerzas de seguridad bloquearon este martes los accesos al palacio legislativo e impidieron que los legisladores sesionaran.
“Están tratando de cerrar por la vía de los hechos el Parlamento nacional, única instancia legítima reconocida por el mundo”, dijo Guaidó previo a una rueda de prensa, al tiempo que convocó a una nueva sesión para este miércoles.
“Hoy se ocupó militarmente el Palacio Federal Legislativo, tendrán la fuerza bruta pero no convencen (…), les queda perseguir, hostigar, levantando inmunidades”, añadió el jefe parlamentario, reconocido como presidente interino de Venezuela por medio centenar de países.
Diputados de la mayoría opositora denunciaron que agentes del servicio de inteligencia (SEBIN) “tomaron” este martes la sede de la Asamblea Nacional con la “excusa” de que en su interior había explosivos.
El Parlamento opositor venezolano fue bloqueado este martes y la justicia elevó a 14 los legisladores imputados, en una nueva escalada de la crisis en la que, según Amnistía Internacional, se estarían cometiendo crímenes de lesa humanidad contra disidentes.
El Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), de línea oficialista, acusó este martes a otros cuatro diputados, que se suman a los diez ya inculpados previamente, por traición a la patria a raíz de su apoyo a la fallida rebelión militar del 30 de abril contra Nicolás Maduro.
Horas antes, la sede del Parlamento, único poder en manos de la oposición, había amanecido tomada por la Guardia Nacional, policías y agentes del servicio de inteligencia (SEBIN), que impidieron la entrada de los diputados para sesionar.
Los congresistas tenían previsto debatir la ofensiva contra el Legislativo, que Juan Guaidó calificó como un “desmontaje del Parlamento”.
La sede legislativa fue tomada “con la excusa” de la presencia de un artefacto explosivo, señaló a la AFP la diputada Manuela Bolívar.
En la práctica, el Parlamento se mantiene anulado por una decisión del TSJ y fue sustituido en sus funciones por la oficialista Asamblea Constituyente. Una veintena de sus miembros han sido objeto de medidas judiciales.
Entre los diputados ligados a la sublevación liderada por Guaidó figura su mano derecha y vicepresidente de la Asamblea Nacional, Edgar Zambrano, detenido el pasado miércoles.
Tres colegas suyos se refugiaron en las residencias de los embajadores de Italia y Argentina, mientras uno más huyó a Colombia.
“Ninguno de nosotros se cree ni tiene carne de mártir, pero no estamos dispuestos a abandonar la lucha por el futuro”, lanzó desafiante en rueda de prensa Carlos Paparoni, uno de los diputados acusados este martes.
Guaidó disputa el poder a Maduro desde que el 23 de enero se proclamó presidente encargado, luego de que el Parlamento declarara ilegítima la reelección del mandatario socialista.
Continuamente llama al ejército a rebelarse y lidera movilizaciones callejeras, a pesar de que en las últimas semanas perdieron fuelle.
Las manifestaciones opositoras chocaron con “una estrategia de ataque sistemático y generalizado” contra disidentes, denunció este martes desde México la oenegé Amnistía Internacional (AI), que pidió a la Corte Penal Internacional ampliar su investigación sobre el país suramericano.
“Las ejecuciones extrajudiciales selectivas, detenciones arbitrarias y muertes y lesiones por uso excesivo de la fuerza” son procedimientos que “configurarían crímenes de lesa humanidad”, según AI, que vio “patrones similares” en las protestas de 2014 y 2017.
Los datos conseguidos por la misión de AI, que visitó Venezuela en febrero, muestran que al menos 47 personas murieron en protestas entre el 21 y 25 de enero, 39 de ellos a manos de fuerzas de seguridad o grupos afectos al gobierno socialista.
Fuente: AFP