El gobierno de Florida puso en vigencia una ley que castiga a las ciudades que protejan a migrantes irregulares.
La ley SB 168, fue impulsada por el gobernador de Florida, el republicano Ron DeSantis, aliado político del presidente estadounidense, Donald Trump, que prometió acabar con este tipo de administraciones como parte de su política antimigratoria.
Esta normativa busca impedir que aparezcan las llamadas ciudades santuario, es decir, distritos donde los extranjeros en situación irregular tienen algunas garantías para evitar juicios o deportaciones.