
El fabricante estadounidense de oxicodona, Purdue Pharma, se declaró en bancarrota tras recibir múltiples demandas que alegan que la compañía alimentó la mortal epidemia de opiodides en el país.
Los demandantes también buscan una indemnización de millones de dólares, puesto que aseguran que la compañía comercializó calmantes recetados agresivamente sin avisar a médicos y pacientes sobre posibles riesgos de adicción y sobredosis.
La compañía llegó a un acuerdo provisional con un tribunal de Nueva York para resolver las demandas recibidas procedentes de distintas estados del país.
Hasta ahora, 24 estados todavía se oponen al acuerdo propuesto en relación con el caso de la empresa estadounidense, a la que se acusan de ser responsable de una “crisis de salud pública” que ha cobrado cerca de 400.000 vidas entre 1999 y 2017, según datos oficiales.