El presidente de Bolivia, Evo Morales y su homólogo ruso, Vladimir Putin, se unirán para llevar a cabo la central nuclear más alta del mundo.
Se trata de un complejo para desarrollar tecnología basada en energía atómica para fines medicinales, agroindustriales y de investigación en la ciudad boliviana de El Alto, vecina de La Paz y a más de 4.000 sobre el nivel del mar.
Dicho proyecto generó críticas de los opositores hacia Morales, sin embargo el gobierno boliviano insiste en la seguridad del mismo y los beneficios que traerá la instalación.
Además de acordar este proyecto nuclear, los mandatarios cerraron alianzas para la explotación de litio, desarrollo de la agricultura, seguridad e incluso de cooperación entre academias diplomáticas.