Este 21 de diciembre fue el día más corto del año y la noche la más larga. La luz del sol comenzó a iluminar a las 6:51 de la mañana y se escondió a las 5:53 de la tarde.
La causa de ello es el solsticio de invierno, un fenómeno que ocurre dos veces al año. La palabra que lo nombra significa “Sol quieto”, ya que la posición del astro durante los días y noches en las es distinta a las del resto del año.
Durante estos días el Sol alcanzará una menor altura al horizonte, por lo que las horas de luz son menores y las temperaturas bajan.
La órbita de la Tierra es elíptica, por lo que tiene eje mayor y menor. Cuando comienza el invierno, el planeta pasa por el más amplio. Es por eso que cambia la duración del día y es menor el calor que irradia el sol.
En esta época del año es cuando se dan las temperaturas más bajas, pero esto no sucede inmediatamente después del solsticio.
“El invierno meteorológico en el hemisferio norte ocurre siempre en los meses de diciembre, enero y febrero, porque suelen ser los meses más fríos del año. Se basa en el ciclo anual de temperatura, no en un fundamento astronómico”, explicó Greg Hammer del Centro Nacional de Información Ambiental de Estados Unidos a National Geographic.
Asimismo, indicó que lleva su tiempo que el agua y la tierra se enfríen luego del calor que han absorbido durante el verano. Por lo tanto, el mínimo de luz diurna no viene seguido de temperaturas más frías hasta casi un mes después.
Mientras el solsticio de invierno ocurre en la parte norte de la Tierra, en el hemisferio sur comienza el verano. La explicación del fenómeno es similar, pero a la inversa. El astro se posiciona en el eje menor de la órbita, por lo que el día es más largo y la noche corta.
Con información de Alberto News… / Andrea González.