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(EFE).- Dos ciudadanos estadounidenses fueron extraditados este martes a Japón y pasarán a disposición judicial por su supuesta vinculación con la fuga del expresidente de Nissan Carlos Ghosn mientras se encontraba en libertad bajo fianza.
Michael Taylor, de 60 años y exmiembro de las Fuerzas Especiales estadounidenses, y su hijo Peter, de 28, llegaron hoy al aeropuerto tokiota de Narita en un vuelo procedente de Boston (Estados Unidos) y en el que viajaron custodiados por un equipo de la fiscalía del distrito de Tokio, según recogieron los medios locales.
Los dos ciudadanos estadounidenses fueron arrestados por las autoridades niponas a su llegada al país asiático, informó la cadena estatal japonesa NHK.
Ambos sospechosos de colaborar en la fuga de Ghosn fueron detenidos el pasado mayo en Massachusetts (EE. UU.) por petición de las autoridades niponas, y presentaron varios recursos judiciales contra su extradición a Japón que no prosperaron.
Según las autoridades niponas, facilitaron la huida de Ghosn desde su domicilio de Tokio, el 29 de diciembre de 2020, y su llegada a Beirut, en un avión privado, después de una escala en Turquía.
La fiscalía asegura que ambos, junto con una tercera persona, George Zayek, de origen libanés, “contribuyeron a la fuga” del exdirectivo de Nissan conociendo que no podía salir del país asiático, lo que los hace presuntamente responsables de violar las leyes migratorias y “esconder a un procesado”.